Cuando Juan el Bautista fue interrogado acerca de Jesús y su creciente popularidad, La Biblia nos narra que el profeta en vez de sentirse triste o abatido, expreso con sumo gozo "es necesario que el crezca, pero que yo mengüe" creo que su sabia expresión deberia hacernos pensar mucho acera de nuestro sentir en el caminar de la vida cristiana sobre si realmente dejamos que Jesús crezca en nuestras vidas y estamos cada dia menguando a nosotros mismos.
Es necesario que el crezca
Lo primero que debemos entender es que es necesario dejar crecer a Jesús en nosotros, Juan el Bautista lo sabia muy bien, el se preparó y anticipó la venida de Cristo y le cedió el paso a su creciente popularidad porque sabia que el era mayor que él y porque comprendia la necesidad de que Jesús completase su obra.
¿como estamos contribuyendo a la obra de Dios en nosotros? Realmente hemos cedido el paso a su proceso en nuestro interior o le estamos obstruyendo con nuestros intereses; la necesidad de entender esta verdad es primaria ya que esto permitirá nuestro desarrollo en la fe y glorificará el nombre de Dios Padre.
debemos empezar a dejar que nuestras vidas sean gobernadas por Jesús y vivir bajo sus enseñanzas, esa es la manera correcta de dejarle crecer en nosotros, al hacerlo comprenderemos que la voluntad de Dios es la prioridad.
Pero que yo mengüe
Una cosa muy importante es que a la vez de dejarlo crecer tambien debemos ceder el lugar que ocupa nuestro ego en nuestras vidas; en todo aspecto debemos disminuir para que Cristo crezca en nosotros y asi experimentaremos la voluntad agradable y perfecta de Dios.
Lamentablemente muchos sentimos insatisfacción por la razón de que luchamos con Dios por el espacio en nuestras vidas, decisiones, opiniones y actitudes. Esto no debe ser asi, la verdadera persona cristiana se aparta del trono de su corazón y se lo cede a Dios para que pueda reinar, gobernar y dirigir por nosotros.
Es necesario dejar crecer a Jesús y su control pero para ello debemos disminuir nosotros mismos; esto no nos hace menos humanos o menos personas, por el contrario, Jesús nos complementa y nos llena para hacernos mejor segun la voluntad biblica de Dios.