Bendiciones mis amados lectores y hermanos, hoy quiero compartirles un sermon que nos habla de manera muy ilustrada en la Biblia dentro del libro del profeta Isaias la misericordia de Dios hacia su pueblo escogido y como este fue ingrato a su benevolencia; claro ejemplo de la actualidad y como muchos no somos agradecidos con su gracia y bondad.
Muy util reflexión que espero les pueda servir y no duden en comentar.
EL CANTO DE LA VIÑA
Dios nunca ha trabajado en vano
Isaías 5: 1 7
OBJETIVO: Exhortar al creyente a valorar las bendiciones otorgadas por la misericordia de Dios y que sepa corresponder de la misma manera en gratitud al servicio del Señor.
Dios espera de nosotros acciones equivalentes a sus bendiciones; mas el pueblo que no aprecia lo que Dios le otorga lo perderá todo
Dios siempre ha demostrado por todas las generaciones su bondad y misericordia y cualquier ser humano es capaz de experimentarlo, Los Israelitas lo vivieron cada día y a pesar de eso fueron malos con Dios, El entonces a través de su profeta Isaías les entona un canto muy triste y descriptivo de su relación con ellos veamos que podemos aplicar a nuestra comunión con Jesús.
Un Dios generoso (v. 1, 2)
Dios empieza su canto describiendo una viña (Israel) en una ladera fértil (Canaán) la cual el había cercado, despedregado y plantado de vides escogidas (Santificado) había edificado una torre (Protegido) y hecho un lagar (bendecido) y espero con ansias de ver crecer de su viña buenas uvas (Juicio y Justicia) pero recibió uvas silvestres (vileza y clamor)
La misericordia de Dios fue y es grande con su pueblo, los creyentes no somos ignorantes ni desconocedores de ello aunque parecería serlo, cada día deberíamos agradecer por la inmensa santificación, protección y bendición que recibimos de él, ¿Se ha detenido ha pensar en todo su inmenso amor por usted?
Un pueblo ingrato (v. 3, 4)
Dios se encuentra muy decepcionado y llama a los vecinos a juzgar a su viña pues no rindió los frutos que debía, por el contrario dio algo antinatural ¿Qué más se podía hacer que Dios no haya hecho? Lo que su amado pueblo hizo con él no puede llamarse más que Ingratitud
Cuantos creyentes saben que sus vidas no rinden lo que debería; ¿Qué más necesitan para poder ser fieles a Dios? ¿No es suficiente razón su hijo crucificado, el regalo de la vida eterna, el Espíritu Santo en sus corazones, sus promesas de bendición o su cuidado diario? Lo que hacemos cuando no somos correspondidos con Dios es antinatural, ingrato e inconcebible.
Un juicio justo (v. 5, 7)
Nuestro Dios toma la decisión de quitarle a su pueblo todo aquello con que lo protegió, para que así tome conciencia de cuanto lo necesitan, muchas veces Dios tuvo que hacer esto con su pueblo para que ellos meditaran que estaban devolviendo en gratitud a Dios por su favor.
Nuestros actos marcan el nivel de gratitud que tenemos para con la grande misericordia de Dios, pero muchas veces no nos percatamos de ello hasta que lo necesitamos; porque solo en la necesidad nos damos cuenta de que tan desprotegidos, desventurados, miserables, pobres, ciegos y desnudos estamos sin su amor.
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