Viviendo como justos

VIVIENDO COMO JUSTOS

(Comunión Personal)

Proverbios 3: 32; 2ª Pedro 2: 7 - 9

OBETIVO: Que la iglesia aprenda a vivir en justicia ante los ojos de Dios, aprender a tener sensibilidad ante la condición inmoral propia y de la sociedad perdida en la que vivimos.

El cristiano que quiera tener comunión con Dios, debe saber que esta es a través de vivir en base a los principios que él exige. Su comunión intima es con aquellos que viven a diario una vida agradable y justa a sus ojos.

La sangre de Cristo nos declara justos ante Dios (Romanos 3: 24; 4: 9); sin embargo esto conlleva al creyente a vivir en esta tierra dándole evidencia de ello; Dios pide que vivamos justamente, solo así podremos experimentar esa comunión intima con Dios. ¿Cómo haremos esto?

El justo no puede tolerar el pecado (2ª Pedro 2: 7)

Lot estaba rodeado de una sociedad tolerante, pero en lugar de conformarse el se sentía abrumado (Kathaphoneo, Oprimido gr.) por la conducta trágica de ellos, igualmente el que quiere vivir como justo no puede sentirse insensible ante el pecado.

El pecado y el mundo nunca nos atacan por completo, siempre empieza a filtrarse en pequeñas dosis a nuestra mente, y la tolerancia puede ser muy peligrosa porque al final, estará tan adentro nuestro que puede carcomer nuestra comunión con Dios.

El justo se siente motivado a la oración (2ª Pedro 2: 8)

En este texto la palabra afligía (Basanizo, Torturar, atormentar gr.) La Nueva Versión Internacional lo traduce así: Se le despedazaba el alma Otra versión antigua dice: Era una tortura para su alma integra esto nos muestra el sentir de este hombre al verse rodeado a diario de tanta maldad.

El cristiano que se siente rodeado por el pecado, debe si desea (y así debe ser) mantener su comunión intima con Dios, tener una aptitud de oración diaria (Mateo 6: 13; 26: 41) una vez que descuidamos nuestra oración, el mundo que nos rodea contaminará nuestra alma, dejando poco a poco de molestarnos.

El justo es librado de la tentación (2ª Pedro 2: 9)

Lot fue rescatado de la destrucción de Sodoma y Gomorra gracias a la misericordia de Dios y la oración de su pariente Abraham; Dios pide de nosotros comunión, pero cuando nos veamos rodeados de maldad, Dios sabrá enseñarnos la salida, siempre y cuando nosotros deseemos salir de allí.

No podemos sacar a la fuerza al cristiano que anda en pecado o malos pasos, porque debe ser motivación personal, si queremos tener una verdadera comunión con Dios debemos vivir justamente, agradando día a día a nuestro Dios y no tolerar el pecado.