viernes, 7 de agosto de 2015

Como lograr amar al projimo

Amor al projimo
Una de las cosas mas dificiles de cumplir en la Biblia, resulta ser tan importante porque como dijo nuestro Señor Jesucristo, toda la ley en esta palabra se cumple; por lo tanto lo menos que podemos hacer, de no ser porque realmente no podemos pasar por alto su mandato, es tratar de amar a nuestros semejantes, ¿como lograrlo?
Vamos a ver la clave para aprender a posponer el orgullo y empezar a poner en practica el amor al projimo

Es un mandato divino

Si, definitivamente es la razón de mayor peso, Dios nos demanda a cumplir su palabra y como cristianos y personas que queremos vivir rectamente y en obediencia a su palabra, debemos verlo y tomarlo como tal, la problematica de esta clase de enseñanzas es que las vemos vomo opcionales y no definitivas, recordemos que Cristo nuestro señor declaro estas palabras y por eso debemos verlas como pilares de la fe que profesamos.

Es un resumen, no una salvedad

Me explico, estas palabras dice Jesús se cumple la ley, en otros evangelios dice que se resume la ley, lo que quiere decir es que el mandato de amar al projimo es la culminación de haber entendido el compromiso de la ley en si (todos los mandamientos o conocidos como los 10) esto no es una salvedad y eso implica en no poder alejarnos de la realidad como hace la mayoria; si decimos que amamos al projimo entenderemos que entonces no es solo no meterse con el, sino llevar a cabo la ley en el projimo y ayudarle si se vuelve necesario.

Tan facil como amarse a uno mismo

Bueno, parece facil decirlo pero es asi, tan facil como amarse a uno mismo, alli cabe preguntarnos si ¿nos amamos a nosotros mismos? Ya que es probable que digamos que si, pues entonces solo debemos hacer con el projimo lo mismo que desearamos para nosotros.
Empecemos a practicar la empatia y la comunión con las personas aun cuando estas nos muestres desprecio, ya que solo mostrando compación y tolerancia realmente estamos mostrando el caracter de Jesús, quien se sacrificó por el projimo y ese projimo eramos nosotros.


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