El Apostol Juan en su primer carta y la cual lleva como titulo su nombre nos dice que la manera de recibir el perdón de nuestros pecados es atraves de la confesión; entonces debemos preguntarnos ¿a quien debemos confesar nuestros pecados?
Pues la Biblia como siempre ilumninandonos el camino de la verdad, nos enseña que la comfesión debe ser dirigida a Dios; obviamente toda ofensa hecha hacia otra persona debe ser confesada y expresada a la persona ofendida mas no con el interes de recibir indulto de las personas, sino como causa de haber recibido el perdón de Dios primeramente.
El perdón descansa en la fidelidad y justicia de Dios
Si existe algo en lo que podamos sentirnos y confiados es en esta cualidad pura de Dios; ya que solamente él puede realmente expresar la fidelidad y la justicia en su maxima expresión. He alli el por que debemos confesar nuestros pecados a Dios, primeramente porque el lo sabe todo, pero ademas porque podemos confiar en que su perdón es pleno y completo.
Pero debemos recordar que la clave es la confesión si somos sinceros en esta area entonces y solo entonces seremos aptos pars gozar de su perdón; por esa razón es que muchas personas experimentan desanimos y hasta desconfianza del perdón de Dios y se refugian en sus penitencias y sus obras esperando ser encontrados haciendo lo correcto, mas cargan en su interior cargas que los destruyen solo porque simplementr no son sinceros con Dios.
Mas que perdón, limpieza
El texto nos dice que no solamente recibiremos perdón si somos honestos con Dios y confesamos o admitimos que hemos fracasado sin él, dice ademas que recibiremos limpieza de pecados, ¡Gloria a Dios! Somos limpiados de la escoria que nos arrebata la paz y putificados en la sangre del precioso sacrificio de Jesucristo.
Practiquemos la confesión sincera con Dios y experimentaremos la gracia y la misericordia que solo provienen del Fiel y justo Dios.
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