lunes, 3 de agosto de 2015

Un autoexamen de fe

2ª Corintios 13: 5  - 10 

El creyente a la luz de la evidencia de la Biblia puede poner a prueba su vida cristiana con el propósito de vivir una vida agradable a Dios ya que El cristiano que examina su fe conoce su condición, vive una vida correcta, fortalecida y edificante 

No todo lo que brilla es oro y no todo el que dice ser creyente lo es; esa es la terrible realidad de muchas personas que profesan la fe cristiana pero que no lo son en realidad, Pablo advierte de esta realidad a los Corintios quienes vivían en una sociedad permisiva y carnal 

Es por el hecho de que las iglesias no deben ser tolerantes que se vuelve necesario un autoexamen de nuestras vidas a la luz de las escrituras puesto que el propósito de Dios al hacerlo es que aquellos que dudan de su verdadera conversión afirmen su fe y quienes no, sigan creciendo en la gracia de Dios.

El creyente debe examinarse para conocer su condición (v. 5)

Al examinarnos debemos hacerlo bajo tres aspectos, ¿Su vida es diferente a: quien era antes, al mundo que nos rodea y a los falsos creyentes? Puesto que no podemos afirmar que todo el que persevera en el camino es salvo pero si que quien no lo hace no lo es; nuestras vidas deben distanciarse más del mundo y acercarse más a Cristo y a las escrituras.

El creyente debe examinarse para vivir correctamente (v. 6  7)

El examinarse sirve para ver nuestras fallas y enmendarlas puesto que el creyente no es alguien que viendo el error no desee cambiarlo, vivir bien no es para impresionar a nadie (si no, no es sincero) es un expresión externa de un deseo interno provocado por Dios; no se realiza esperando ser mejor que los demás ya que no son nuestras obras las que nos dan créditos a favor nuestro.

El creyente debe examinarse para fortalecerse (v. 8  9) 

Para el cristiano no existe el Lo que no mata, engorda debemos practicar cosas que nos fortalezcan, sino nos ayudan es mejor no hacerlo (Ejemplo de Daniel y la comida del rey) al hacerlo nos damos cuenta de nuestras flaquezas y es que solo reconociéndolas podemos cambiarlas (nada podemos contra la verdad) pues un animal cojeando es presa fácil del cazador.

El creyente debe examinarse para edificación (v. 10)

Comprender que examinarse a uno mismo proviene de Dios queriendo obrar en nosotros conlleva a la aceptación de las fallas y al deseo de hacer la diferencia cueste lo que cueste, eso es edificación. Muchos no desean cambiar sus vidas y prefieren cambiar su fe, pues temen darse cuenta del monstruoso vivir que llevan y prefieren seguirlo siendo ocultamente.

Quien no se examina es porque muy dentro de si sabe que toda su forma de cristianismo esta basada en un solo día que acepto algo que ahora no quiere vivir porque simplemente no puede sin haber experimentado primero la gracia de Dios.

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