sábado, 27 de febrero de 2016

Enseñanos ha hacer tu voluntad oh Dios


Niño leyendo la biblia
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Una de las luchas mas grande que tiene el cristiano en el día a día es contra su propia naturaleza rebelde y pecaminosa, claro que no es la única, pero esta  es por mucho la mas significativa, debido a que muchos no nos damos cuenta cuando cedemos terreno o cuando estamos peligrando; esto debido a que muchos nos hemos vuelto insensibles en muchas maneras o simplemente a la forma en que se nos enseño.
Me refiero a que para muchos es difícil diferencia cuando algo esta malo o no, porque están acostumbrados a hacerlo y no filtramos las cosas a la luz de la Biblia, que sabemos es la voluntad escrita de Dios, sino que utilizamos nuestro propio criterio y la costumbre o la cultura para darle crédito a nuestras malas costumbres. 
Otra posible razón, es que la manera en que se nos ha enseñado que debemos leer la Biblia este incorrecta, no digo que sea en todos los casos, pero si en muchos, ya que al leerla parecemos viajeros en un camino largo, que pasa por alto los lugares incomodos y nos detenemos donde nos sentimos placenteros y sin obligación alguna.

¿Qué podemos hacer para remediar esto?
Aprender, así de claro es, debemos aprender a hacer la voluntad de Dios; ya que poseemos una nueva naturaleza aquellos que hemos puesto nuestra confianza en Jesucristo, debemos empezar a tomar nuevos principios, nuevas normas y nuevos valores, todos estos bajo una nueva valoración divina, no bajo los preceptos humanos y comunes que siempre hemos tenido, sino bajo los preceptos de Dios.
El salmista sabia esto y por eso suplico a Dios que fuese él quien le enseñara ha hacer su voluntad; una preciosa y muy valiosa petición; y algo digno de imitar por todos los que somos cristianos, debemos empezar a pedirle al Señor que sea él quien nos enseñe, que nos ilumine y que nos guie con su Santa Palabra, la Biblia.

Métodos para aprender
Son tres fáciles pasos que el Salmo 143 nos describe en su versículo 10: 
el primero se describe por la suplica del salmista en aprender al punto de exclamar "enséñame" es tener el deseo de aprender y es algo que todo cristianos debe necesitar, sentir deseo por aprender de Dios como parte de su desarrollo y peregrinaje en un mundo hostil, sabedor que no lograremos nada sin su dirección. 
el segundo es tener mentalizado quien nos enseña y por eso el salmista continua diciendo "porque tú eres mi Dios" es decir saber que la guía divina se debe tomar con mucha santidad y respeto, sabiendo que Dios es juez y Padre, que guía y enseña con justa fidelidad y por lo tanto debemos vivir a la altura de sus enseñanzas, en sencillas palabras, no tomar en juego su dirección. 
el tercero es seguir la enseñanza, lo cual podemos notar en la suplica final que dice "tu buen Espíritu me guie" lo cual es claro ejemplo del deseo tanto de Dios de lograr en nosotros un cambio como de nosotros de permitirle moldearnos a su voluntad, lo cual es progresivo y no regresivo, debemos pues permitirnos ser guiados por su voluntad.

Obedezcamos pues a Dios y permitámosle guiar nuestros pasos, sometámonos a su voluntad y apreciaremos su grande misericordia, es un proceso que todo creyente debe permitir, no desearlo es una señal peligrosa que debería hacernos examinar nuestro caminar con Dios, pidámosle pues que nos enseñe a hacer su voluntad.
                                                                        

miércoles, 24 de febrero de 2016

El Señor me librará

Paisaje con texto biblico de proteccion
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Todos estamos expuestos a peligros y sufrimientos, es algo natural; pero para un cristiano es aun peor, ya que el mundo tratara de absorbernos y las huestes de maldad de confundirnos y hacernos retroceder, realmente es algo totalmente difícil querer vivir como Dios manda y el Apóstol Pablo lo sabia, por eso le hacia mención a su compañero de milicia Timoteo de sus sufrimientos y lo preparaba para todo.
Claro que a la vez que le advertía, también lo alentaba con la esperanza de la compañía y recompensa que Jesucristo le otorgaría a su fidelidad; puntos clave que hacían al Apóstol no retroceder y seguir esforzándose y luchar por su fe y que hoy quiero compartir con todos aquellos que alguna vez hemos sentido desfallecer.

El Señor Librará
Lo primero que ayudaba a mantener firme la fe del apóstol, dice la Biblia que es la confianza en que Dios librará de toda (y lea bien "toda") obra mala, esta es una muestra del poder de Dios, por medio del cual, ninguna cosa nos puede separar de su amor a quienes el salvado. Otra cosa que podemos observar en esta afirmación es que si Dios puede librar, significa que siempre habrá peligro, sino ¿Por qué diría que el puede librar sino existiera peligro?
Esto lo repito porque muchos cristianos piensan que son intocables y no recuerdan que aun el justo Job y el apóstol Pedro fueron alcanzados (con el permiso de Dios) por lo tanto debemos entender bajo esta afirmación y con el respaldo de Las escrituras, que siempre estaremos bajo peligro y en una lucha espiritual constante; sin embargo y esto es lo maravilloso, es que Dios nos librará.

El Señor me preservará
Lo segundo que nos ayudara a sostenernos de pie al igual que el apóstol es la confianza de la preservación divina; esto es pues, que Dios tiene un plan y un propósito que trasciende los nuestros y que muchísimo mejor y totalmente perfecto, por lo tanto Dios cumplirá su propósito por sobre cualquier cosa o circunstancia, aun por sobre nuestro propio propósito; significa esto pues, que aunque incluso nosotros lucháramos contra su voluntad, cuando ha decidido hacer algo lo cumplirá.
Otra vez nos remitimos a Las Escrituras, y observamos el caso de Jonás, el profeta que se opuso a los planes perfectos de Dios y al testimonio de los apóstoles y de Jesucristo mismo, quienes sabían que Dios es perfecto y afirmaron en sus escritos y en los Evangelios como Dios los cumplía por sobre las razones humanas.
Hermanos, sepamos discernir esto, que si Dios quiere hacer algo en usted, esto estará mas arriba aun de sus propios sueños y planes humanos, debemos comprender que esta idea es alentadora, porque es preferible perder nuestras propias metas por cumplir las metas de Dios.

domingo, 21 de febrero de 2016

Publicadores de las grandezas de Dios

Puesta de sol con texto biblico
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Alguna vez te has preguntado ¿Por qué los cristianos no nos cansamos de hablar y predicar de Cristo? esta obvia pregunta para los creyentes es fácil de contestar, pero para quienes no han entregado sus vidas a Dios y viven como quieren, si es incomprensible; Las personas en su estado natural, sin la guía y la luz de la Palabra de Dios ven a nuestra forma de actuar y vivir como locura. Lo preocupante es cuando los mismos cristianos no quieren hablar de Jesús y del evangelio ¿Por qué algunos creyentes parecieran cansarse de hablar y predicar de cristo? Esa pregunta si me parece incomprensible.

Una incomprensible aptitud
Es extraño cuando una persona se niegue a hablar de Dios después de, no solo ver sino también experimentar en carne propia la grandeza y la misericordia de Dios, que siendo enemigos a causa del pecado, Dios otorgue perdón a cambio de arrepentimiento y fe; que haya podido ver como Dios fielmente  cumple todas sus promesas y suple cada necesidad, que muestre su sabiduría que sobrepasa todo entendimiento guardando el camino de quienes creen en él, utilizando aun las pruebas y las dificultades para lograr su perfecto propósito y que haya dado comprensión de tales propósitos a través de la Biblia.
El salmista dice que todos los hechos de Dios son estupendos, tanto así que aun los hombres hablan de ellos, y eso es bien cierto ya que aun los incrédulos no pueden dejar de observar a Dios cuando muestra su gran benevolencia en medio de las circunstancias en las que solo el poder divino puede obrar y salvar; es allí donde con mucha vergüenza los que confiamos en Dios y no queremos hablar de él deberíamos reflejarnos.

Somos publicadores de grandezas
Somos guardianes del evangelio, baluartes de la fe, proclamadores de la gracia y ministros de Dios, todos lo somos, si hemos creído y hemos recibido perdón de Dios en Jesucristo, no podemos callarnos; debemos ser publicadores de grandezas, de las obras de Dios, ya que si no lo hacemos, Jesucristo mismo dijo que las piedras lo harían por nosotros (Lucas 19: 40) y mis amados hermanos, daremos cuentas de ello. 
Recuerde que a los cristianos se nos ha dado este gran privilegio de guiar a los hombres y mujeres a la fe, sino, las personas levantaran sus cabezas, reconocerán que Dios es grande y volverán a bajar sus cabezas y seguirán sus caminos sin esperanza y sin luz; es hora de demostrar quienes somos y por quien hemos llegado a ser así, la gloria sea a Dios. 

jueves, 18 de febrero de 2016

Grandes cosas hace Dios

Debemos obedecer y servir a Dios, definitivamente y sin ninguna duda, debemos obedecerle y servirle; siempre sostendré esta afirmación basado en la premisa de que el es Dios, el gobierna y es soberano, su majestad no tiene comparación y es admirable su poder; por lo tanto se le debe toda honra y toda gloria y creo que esa es razón suficiente para los creyentes en todas las iglesias del mundo para rendirle servicio.
Pero mas allá de todas estas razones que presento, las cuales para mi son suficientes, la Biblia nos da mas motivos, con muchísimo peso y con mucha valides como para que nadie diga que no quiere hacerlo; definitivamente nadie podría decirle que no a un Dios que hace "Grandes cosas"  por nosotros.

Consideremos las cosas que Dios hace
En su contexto, Dios había hecho grandes maravillas con el pueblo de Israel en los tiempos bíblicos, cosas grandes que todos conocían y no podían negar; ante tal afirmación ellos no podían negarse a servir al Dios que los libro de la esclavitud. En la actualidad podemos afirmar con certeza que Dios sigue haciendo grandes cosas, creo personalmente que no sabría por donde empezar a numerarlas, pero debo hacerlo para darles ejemplo y espero ustedes se tomen el tiempo de meditar en ello.
Empezando por la vida misma, que aunque muchos se entristecen de sus penas, en lo personal Jesucristo me ha llenado de esperanza y deseo de vivir, ya que su presencia en medio de las pruebas alienta, fortalece y confirma que vale la pena vivir, en segundo lugar la salvación que ha provisto Dios por medio de su hijo Cristo redentor, cuya gracia infinita proveyó a quienes siendo antes enemigos de él, le buscan con fe y en arrepentimiento, saber que me ha perdonado cuando nadie mas lo haría es favor suficiente para estar agradecido.
Que mas puedo decir sin extenderme mucho, mi familia, mi hogar, mi iglesia, mi trabajo, mis metas, etc. Si, se que no todo es perfecto pero a donde vea, puedo ver a Dios dando provisión y ayuda. Muchas personas me podrán cuestionar porque talvez sientan falta de algunas de estas cosas mencionadas, a lo que respondo  con otra pregunta ¿estas cerca de Dios?

Servir y obedecer a Dios
Bien, realmente esto es básico y tiene mucho que ver con lo anterior, Dios no es manipulado por lo que yo haga, por lo tanto y quiero aclarar esto muy bien, Dios no bendice porque este en deuda conmigo, el escritor bíblico afirma que nosotros debemos servirle y ser obedientes porque Dios ha hecho ya grandes cosas. Lo que pasa es que muchos quieren beneficios siempre sin compromiso alguno.
Dios es tan benevolente que da luz y vida aun a quienes no le buscan, pero en su ceguera el mundo sigue negando esa provisión y se queja por no percibir mas; los creyentes debemos notar que en cada cosa en la vida, sea esta a nuestros ojos buena o mala, Dios lo esta permitiendo y que prometió estar con nosotros. Así que sirvámosle ya que Dios sigue haciendo grandes cosas.

lunes, 15 de febrero de 2016

Necesitamos nacer de nuevo

Vivir en un lugar sin problemas, sin peligro, sin destrucción, sin dolor, sin muerte. Creo que todos quisiéramos vivir en un lugar así, donde podamos sentirnos realizados y cualquiera daría todo lo que tiene y mas por una oportunidad así; sobre todo ahora que vivimos tiempos tan terribles en sociedades tan llenas de odio e intolerancia.
La Biblia nos habla de un lugar así, y mas que un lugar, es un paraíso, se le llama El Reino de Dios. Esta es una realidad que Jesucristo predico y enseño categóricamente porque sabia que era real; lo llamo el Reino de su Padre, y lo consideraba extenso al punto que quienes creían en su nombre, podían disfrutar de sus beneficios aun estando en vida terrenal. La invitación sigue en pie para todos aquellos que ejercen fe en Cristo, todavía hay oportunidad para volverse a la única salida del hombre al sufrimiento que provoca una vida ciega y llena de pecado cuyo fin relata la misma Biblia es solamente muerte eterna.

¿Quiénes pueden entrar?
Algo muy seguro es que no cualquiera puede ir a este preciado lugar, cuyo manantial refresca cualquier alma sedienta, no, no se puede ir a este lugar solamente queriendo; Jesús enseñó que solamente aquellos que nacieran de nuevo, podrían entrar a ese bendito lugar, pero ¿Qué significaba esto? Se lo preguntaron a Jesús mismo y pues, el relato bíblico nos dice que se debe nacer del Espíritu, así dijo Jesús, que solamente una persona que ha podido nacer del Espíritu de Dios es apto para entrar en su reino y gozar de él.
Esa es la única manera, Naciendo de nuevo, para ello Jesús predico y mostro que debemos acercarnos con fe en su nombre a Dios el Padre, confiando no en nuestras capacidades, ni en nuestras acciones, sino en la obra de Jesucristo.
Ahora, los que ya gozamos de tal dicha, de poder decir "He nacido de nuevo, Gloria a Dios porque me ha dado nueva vida" sabemos que somos ahora parte de un Reino distinto y que poseemos no solo la capacidad sino la responsabilidad de vivir a la altura de nuestro nueva vida; debemos ahora invitar a otras personas a gozar de lo que Dios nos ha otorgado por pura gracia, no podemos conformarnos ya con seguir viviendo como se nos antojaba, ahora debemos vivir bajo nuevos principios; demostremos pues que ahora ya no somos los mismos y que amamos mas al que nos llamo y nos coloco en un nuevo Reino.

miércoles, 10 de febrero de 2016

Dios de toda gloria

Paisaje con texto biblico
¿Por qué adorar a Dios? ¿Por qué servir a Dios? Obviamente un cristiano bien plantado en su fe sabrá responder sin dudar y sin titubear, meditando y reflexionando en no solamente una, sino en las miles de razones por las cuales ha puesto su vida en servicio y alabanza al Dios todopoderoso que lo salvo y a su hijo Jesucristo, quien lo redimió con su vida.
Pero ¿que pasa con aquellos cristianos que no lo hacen? Parece que por alguna razón no comprensible algunas personas han decidido obviar su servicio, su entrega y su gratitud a Dios, y han preferido una vida sencilla y monótona, en la que el agradecer es una sencilla frase sin valor alguno; al parecer desmotivados por circunstancias y problemas, o por frustraciones y malos entendidos; sea cual sea las razones ¿Podría alguna causa ser de mayor peso que servir y adorar a Dios?

Dios es merecedor de toda honra, gloria y poder.
Bien, a pesar de cualquier dilema que nos motive a cesar de adorar a Dios y a Jesucristo, no tendrá ningún argumento el peso suficiente como dejar de hacerlo, no comprendo ni entenderé a nadie que diga ser cristiano y a su vez diga que no quiere honrarles; ya que la Biblia nos dice en el libro de Apocalipsis en su capitulo 4 y verso 11, que el Dios, es (no dice que talvez o que posiblemente, dice determinante que él es) digno.
Cualquier razón  queda sin mayor peso, cualquier argumento queda botado, cualquier excusa queda destruida, cualquier mentira queda opacada, no existe ninguna causa o razón que impida o que no permita honrar, glorificar y servir a nuestro Dios, el es digno, el escritor de este ultimo libro de Apocalipsis, da una razón de mucho valor y de mayor peso que cualquier otro. Él creo todo y fueron creadas todas las cosas por su poder.

Dios, creador y sustentador
Quienes argumenten que están enojados con Dios deberían pensarlo dos veces ya que la Biblia es clara en decirnos que la existencia misma fue concebida en la voluntad de Dios y creada por su poder, por tal razón nuestro Señor merece toda honra; todo ser creado debe su existencia a él, y los creyentes, deberíamos con mayor razón reconocer esto por sobre cualquier situación que estemos viviendo.
Hermano, debemos empezar a doblar rodillas y darle la honra gloria y el poder a quien nos sustenta y nos sostiene y que ha hecho trascender nuestra vida mas allá de la eternidad, si las circunstancias parecen empeorar a nuestro alrededor, deberíamos hacer reflexión del por que nos esta sucediendo, puede que muchas veces seamos nosotros mismos los que estamos fallándole, pues a pesar de cualquier razón, Dios seguirá mereciéndose toda la gloria, la honra y el poder, amen.
                                                                                                                      

domingo, 7 de febrero de 2016

¿Quien tiene la culpa?

Paisaje con texto biblico de reflexion
Violencia, destrucción, corrupción, sufrimiento y dolor. Esta y muchas otras cosas son las que el mundo padece a diario, podemos verlo en todas partes y es algo común sentirse decepcionado ante la situación que se vive; lo que no es comprensible es la manera en que muchos culpan a Dios por las cosas negativas que pasan a nuestro alrededor, sin reflexionar sobre el porque estamos viendo semejantes actos de maldad.
¿Es Dios culpable de todas las cosas negativas a nuestro alrededor? Pues la Biblia deja muy claro que Dios es soberano y tiene todo bajo su control, pero esto no lo hace autor de las cosas negativas y adversas, si bien es cierto que nada pasa desapercibido, o mejor dicho, nada sucede sin su control; la Biblia nos aclara que es su voluntad permisiva la que deja que pasen cosas que son consecuencia de nuestras acciones.

¿Quien es el culpable?
La sabia palabra de Dios, nos dice que la culpa radica en la insensatez del ser humano, así de sencillo y así de simple; ahora se que a muchos no les gustara oír esto, pero es la realidad, el Proverbio 19 en su versículo 3 lo declara así, que debido a la falta de actuar con la cordura y prudencia necesaria, nos pasan cosas que tuercen nuestros caminos, nos desvían de los verdaderos propósitos y planes de Dios y nos perjudican.
Las personas no suelen pensar asi, preferimos achacar nuestros infortunios a la suerte, o peor aun a Dios, nos cuesta aceptar la idea de que estamos actuando sin juicio y prudencia, pero si queremos realmente llegar a buen fin algo o tener un buen termino en algo que nos proponemos, debemos empezar a entender que es necesario asumir las consecuencias de nuestros actos; y de ser posible anticiparlos con cordura; para ello no hay mejor manera que consultando a Dios en oración, en lectura bíblica y con consejos de personas sabias.

¿Por qué enojarse con Dios?
El peor de los resultados de una persona que se encuentra ya en un camino torcido, es irritarse contra Dios, la biblia nos lo advierte y nos previene que no cometamos tal error; a veces pensamos o hablamos con rabia y con descontento y al primero al que señalamos por la situaciones que pasamos es a Dios, mas esto no debe ser así, si bien el esta bajo control de todo absolutamente, deberíamos mas bien buscarle para que nos ilumine y nos indique en que fallamos y en donde nos equivocamos para retroceder y componer aquello.
Su control no nos exenta de responsabilidades, por el contrario nos hace mayores responsables de dar cuentas a sus favores, sin los cuales, podríamos incluso estar mas perdidos, y es alli donde debemos ver su providencia, Dios es bondadoso y muchas veces no permite que caigamos mas o nos alejemos mas de lo que hemos caído o alejado, y es incauto atreverse a culparlo y enojarse contra Dios, pues solo el puede enderezar lo torcido.

martes, 2 de febrero de 2016

Nueva vida en Cristo


Paisaje con texto bublico
La nueva vida en cristo es algo que todo cristiano debe hacer notar en su actuar y vivir diario, y algo que no puede dejarse exclusivamente para algunos, como se predica en estos tiempos, como si se tratase de una especie de elite para aquellos súper dotados y mayormente entregados a Dios, es un estándar, una base y un estilo de vida, se trata de demostrar que Dios ha cambiado nuestras vidas por medio del sacrificio de cristo su hijo.


 Despojaos del viejo hombre (v. 22)
El Apóstol Pablo, nos indica en esta carta a los Efesios, que el deseo de Dios en cuanto a nuestra forma antigua de vivir es el desecharla, ya que este estilo de vida que podíamos haber llevado antes de haber sido transformados por el evangelio de salvación, esta lleno de vicios, esto no hace solamente referencia a los vicios que causan adicción, sino a costumbres, aptitudes, antivalores y todo aquello que únicamente nos hacían alejarnos de una búsqueda real de Jesucristo y de su evangelio; lo cual nos deja muy claro que de ninguna manera tal y como estábamos buscaríamos de Dios.
El problema estaba en que algunos creyentes parecían no querer dejar ese estilo de vida que alguna vez llevaron, o por lo menos no dejaban ciertas costumbres y vicios, lo cual se volvía alarmante, tanto para quienes observaban su testimonio, como para su propia relación espiritual. No llegar a entender que Dios exige un cambio radical de vida (incluyendo malas costumbre) puede llevar al engaño de uno mismo de creer estar en la verdad, cuando la realidad demuestra lo contrario.
No debemos entorpecer el trabajo de Dios en nosotros, ya que hacer lo mismo sin meditar si lo que hacemos es agradable a Dios es grave, debemos empezar a poner sobre la mesa las acciones que ejecutamos y valorar si son obras de una persona que declara ser cristiano o no lo son realmente. Muchos no fuimos enseñados a pasar por el filtro de Las Escrituras todas nuestras costumbres, pensando que podíamos seguir igual, mas no puede ser asi.

 Renovaos en el espíritu (v. 23)
Ahora bien, continua el Apóstol con su argumento y dice que no es suficiente con despojarse de las viejas costumbres y aptitudes que no agradan a Dios, sino que es necesario para completar el proceso de una vida agradable a Dios una renovación de mente; un cambio desde lo interno y que pueda palparse en lo externo. Para que esto realmente sea tangible es necesario traer nuevos pensamientos, mas no solamente pensamientos positivistas o morales, se necesitan pensamientos espirituales.
La única manera de lograr demostrar un verdadero cambio de vida es por medio de cambios que provengan de lo espiritual, Lamentablemente muchos piensan que es equivalente un cambio moral a un cambio espiritual; mas déjeme decirle que esto no es así. El error mas grande que muchos podemos llegar a cometer es pensar que los cambios fabricados por nosotros mismos son iguales a un cambio de vida, ya que solo aquellos que han nacido de nuevo, y que por ende han experimentado una renovación espiritual, podrán producir cambios espirituales que Dios desea.
Ahora bien, esto nos servirá de autoexamen y meditación sobre si las cosas que hacemos son producto de una nueva vida, de un encuentro con Cristo en la Cruz de salvación, o solo es un acto de conciencia, producido por el entendimiento de que estamos mal, estas ultimas personas que piensan de esa manera manejan la idea de que sus bondadosos actos podrán salvarles y ganarles el favor del Altísimo, pero se necesita una mente renovada espiritualmente, de lo contrario solo son meros actos simbólicos y moralistas.   
                                                                                                                                                                            Vestíos del nuevo hombre (v. 24)
El Apóstol plantea como resultado del despojarse de la vieja manera de vivir y de sus viejas costumbres; y de renovarse espiritualmente de nuestra mente, que las personas creyentes se vistan ahora de un nuevo hombre, diseñado específicamente para ellos por las manos de Dios, quien a su vez se baso en la justicia y la santidad de la verdad. Esto es pues la consecuencia de una persona que ha experimentado la gracia de Dios, quien habiéndose visto en la precariedad de una vida pecaminosa, ha recibido luz y vida, ahora quiera vestirse a la altura de su llamado y de quien lo llamo, en este caso de Jesucristo su Señor.
Ningún creyente debe ni puede aspirar a menos que revestirse del diseño de Dios, es una moda indispensable para todo fiel creyente, quien debe anhelar poder portar tal vestidura; de lo contrario, debe auto examinarse si realmente es quien profesa ser aquel que huye de los compromisos con Dios.