No hay nada mas hermoso sobre la tierra que estar en paz con Dios, viviendo en su propósito y recibiendo su bondad cada mañana, aprendiendo a ser conforme, confiando en su voluntad y ver a los problemas y dificultades como herramientas de Dios para su propósito de hacernos a la imagen de su Hijo Jesucristo; esta experiencia de la que hablo esta al alcance de todos y muchos disfrutan de esto; sin embargo, existen quienes ya no viven disfrutando su relación con Dios por múltiples razones que han interrumpido su comunión ¿Podemos volver a disfrutar de una relación plena con Dios?
Para comprender si podemos volver a restaurar y disfrutar una relación plena con Dios, primero debemos entender las causas del por que rompemos nuestro vinculo mas preciado con nuestro Creador; existen multitud de razones y en el caso de Job 29: 2 vemos que este hombre extrañaba la protección de Dios, mas no a causa de algo que el hubiese hecho, sino por propósitos divinos que habían permitido que se encontrase en semejante situación de soledad (léase el libro de Job para mayor entendimiento)
En muchos casos nuestra relación con Dios se ve alterada cuando no comprendemos las circunstancias que nos rodean o las interpretamos mal, ese el caso de quienes se alejan de Dios creyéndose abandonados por él cuando esto no es cierto, pues Dios es fiel a sus promesas de no dejarnos ni desampararnos (hebreos 13: 5) A estas personas debemos hacerles entender que es allí cuando precisamente Dios esta mas cerca para fortalecernos, si nos tomáramos el tiempo de esperar en su propósito comprenderíamos que el resultado de estas adversidades es hacernos mas fuertes y obedientes.
Otros se alejan de su relación con Dios por su propio pecado y desobediencia, la cual es confrontada por la disciplina de Dios (Hebreos 12: 6) y al no sentirse cómodos con esto, deciden mantenerse al margen de las circunstancias y adsorbiendo gotas de gracia, lo cual hace que estas personas se vuelvan débiles y terminen por alejarse, anhelando lo que otros mas valientes si reciben. La conclusión a la que quiero llegar pues es a que si estamos dispuestos a volver aun esta a tiempo de correr hacia Dios.
Volvámonos a Dios para que el se vuelva hacia nosotros y no nos privemos de su favor y gracia, pues realmente es algo sumamente maravilloso estar bajo su sombra y gozar de su cobertura y protección; pero decidámonos pro hacerlo mientras aun se puede, pues con el tiempo solo llegaremos a ser soñadores, anhelando volver a los tiempos en los que gozábamos de su paz, podemos tener una relación satisfactoria con Dios si nos acercamos a él.