La palabra de Dios debe ser prioridad

Si todos tuviésemos el mismo concepto que Jesucristo tuvo acerca de la Biblia el día que fue tentado por Satanás, tendríamos una vida mas victoriosa, completa y con sentido; esto lo sabia Jesús en su momento de mayor tentación humana y para mostrarnos como vencer la tentación nos dio una lección de como debemos apegarnos a sus verdades y considerarla como algo vital y de mayor valor para la vida que el mismo alimento que nos sustenta (Mateo 4: 4).

El texto al que hizo referencia Jesús se encuentra en Deuteronomio 8: 3 en donde Dios quiso expresarle a su pueblo que dependieran de su providencia mas, igualmente cuando Satanás quiso tentarle, Jesús tomo este texto para expresarle su dependencia de la palabra de Dios, la cual sobrepasaba a su necesidad física de alimentarse; de manera que aunque la necesidad de comer fuese grave, mayor era su necesidad de obedecer y ser fiel a las palabras de su Padre Dios.

Los cristianos debemos pensar de la misma manera, ya que esto nos demuestra no solamente la efectividad de las escrituras para vencer la tentación, sino la importancia de la Biblia en la vida de los creyentes, al punto de la dependencia para la supervivencia, sentir lo contrario seria incomprensible; no podemos vivir alejados de la lectura bíblica y mucho menos de la practica de sus enseñanzas, por lo que deberíamos preocuparnos (sino lo estamos ya) por vivir a la sombra del consejo de Dios, obedeciendo y cumpliendo lo que nos pide.

Podemos realmente tener múltiples necesidades en la vida cotidiana, pero si una de ellas no es la Biblia, o sino es prioridad entre todas esas necesidades, deberíamos estar realmente preocupados con respecto a nuestra relación con Dios, también si le damos mayor importancia a suplirnos de otras cosas y dejamos como opcional la meditación de las escrituras, debemos pensar seriamente si realmente estamos bien en nuestro caminar con Dios.

Preocupémonos entonces por mantener esta necesidad por las escrituras siempre como prioridad y buscar suplirla constantemente en sus paginas llenas de vida, de manera que podamos vencer las tentaciones y vivíamos satisfechos en sus enseñanzas y bendiciones; y sintámonos desesperados por suplir la necesidad del consejo de Dios antes que por cualquier otra cosa en nuestras vidas, porque toda necesidad es temporal, pero la necesidad por el agua de vida eterna es insustituible.