Sabemos por la Biblia que todo hombre es pecador y que por tal razón esta separado de Dios (Romanos 3: 23) razón por la cual la humanidad completa esta y vive insatisfecha y vacía, tratando de buscar (sin resultados positivos) la manera de encontrar paz y serenidad de sus almas cansadas; sin embargo y a pesar de todo esfuerzo la humanidad no encuentra la manera de satisfacerse y la razón es porque esta necesidad solo puede ser conciliada con el perdón y la gracia de Dios, a quien lamentablemente no buscan. ¿Por qué?
El mismo pecado que provoca que los hombres tengan necesidad es el mismo que los aleja de buscar a Dios, ya que sabemos (aunque no lo reconozcamos) que Dios es justo y que nosotros no lo somos, por lo tanto el temor a ser juzgados y perder nos hace retroceder; claro que la mayoría en su necedad por no reconocer esta acción justa de Dios prefieren inventar y crear toda clase de métodos y estrategias para justificarse. ¿Funcionan?
Lo único que podemos hacer es buscar a Dios, si, buscarle y llamarle clamando su bondad infinita y su grande misericordia; ya que el hace un llamado a los hombres (Isaías 55: 6) a la reconciliación y ofrece perdón y vida a quienes con fe se acercan a su hijo Jesucristo, a quien envió como rescate por los pecados de quienes le buscan. Así que debemos hacer caso al llamado de Dios y aprovechar la oportunidad que nos ofrece de redención, mientras siga en pie la oferta de paz.
Busquemos a Dios de todo corazón, arrepintámonos de nuestras faltas, pongamos nuestra fe en el sacrificio Jesucristo y acerquémonos al único que puede llenar el vacío mas profundo del hombre; sabemos que las demás necesidades pueden angustiarnos pero aferrados de Dios y librados de nuestras cargas, todas las angustias se vuelven pasajeras.
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