Muchas de las personas que se acercan a Dios actualmente, no lo hacen porque sientan una desesperante necesidad espiritual, un vacío profundo en sus almas perdidas o una vida sin rumbo mayor que la perdición eterna; la mayoría de personas en la actualidad se acercan a Dios porque se les ha ofrecido prosperidad, sanidad, protección y hasta posesiones materiales; sin embargo la Biblia nos demuestra en repetidas ocasiones que lo que debemos buscar primordialmente en Dios es Salvación y refugio para nuestras almas.
Vemos en el salmo 69: 29 que el escritor sabia que su situación miserable no podía resolverse con bienes materiales o prosperidad sin fin, el sabia que lo que necesitaba era rescate y que solamente en Dios podría encontrar el auxilio que su alma necesitaba; por lo tanto su búsqueda no se centra en solicitar cosas temporales, sino en la salvación de Dios; esto nos enseña que nosotros también debemos tener el mismo enfoque que Jesucristo predicó y es que debemos buscar primeramente el reino de Dios y su justicia, ya que todas las demás cosas el Señor las trae por añadidura (Mateo 6: 33)
Debemos por lo tanto tener sumo cuidado del evangelio que escuchamos porque puede que estemos escuchando palabras bonitas y que llenan nuestros corazones de falsas ilusiones mientras que nuestras almas se alejan cada vez mas de Dios; Es debido a esa manera de ver el evangelio que muchas personas piensan solamente en satisfacerse terrenalmente y aunque ocupan espacios en nuestros templos, sus almas se alejan cada vez mas en pos de las riquezas engañosas.
Vale aclarar que creo firmemente que Dios puede prosperar y hacer milagros, de eso no me cabe duda, pero lo que quiero enfatizar es en la forma en que las personas se han desmedido en busca de estas cosas y como resultado no buscan salvar sus almas, sino solamente alimentarse de lo que Dios puede darles, lo cual es sumamente engañosos y peligroso. Seamos pues verdaderos y fieles creyentes, que siguen firmes a Jesucristo ya sea en abundancia o escases (Filipenses 4: 11 – 13) porque su salvación nos pone en alto.
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