Hoy vamos a tratar el tema de la oración y la confianza que debe generar la acción de orar; ya que además de esperar una respuesta favorable de Dios, la oración también lleva como propósito que las personas se sientan confortados ante la voluntad de Dios; la oración es pues un medio que Dios nos ha proporcionado para respondernos en angustias, pero también un medio para darnos serenidad y confianza de que él tiene el control de las circunstancias.
El que no ora no entiende porque la oración nos produce paz, es algo que no puede experimentar aquel que no se ha sumergido en la experiencia de hablar con Dios y entregar sus cargas al Padre celestial; las personas que no lo hacen creen que es absurdo y prefieren resolver su problemas solos, ya que imaginan que no resuelven nada sino lo hacen ellos mismos, pero incluso ellos cuando están en terrible angustia claman "Dios mío"
El texto de 2° Samuel 22: 7 fue el canto que David, rey de Israel compuso al sentir liberado de sus problemas cuando clamo a Dios, quien describe el mismo texto, oyó su voz desde su santo Templo; la confianza que sentía este Rey era producida no por el acto de orar sino por el acto de haber sido escuchado, y eso precisamente experimenta cada Cristiano cuando eleva su mirada a Dios para expresarle sus temores y angustias.
La oración es un acto de expresión y desahogo muy sencillo que hasta un niño puede hacer, pero el hecho de que sepamos y estemos consientes de que Dios esta escuchando y que esta al tanto de nuestra necesidad hace de este acto de la oración algo muy poderoso; es un acto hermoso y sublime que aun el mismo Señor Jesucristo utilizo estando en angustia (Mateo 26: 36 – 38) y nos motivo a hacerlo también nosotros en su nombre (Juan 14: 13)
Hagamos uso de la oración y aprovechemos los grandes beneficios que Dios proveyó en la misma; sintamos como la angustia termina cuando oramos y sintamos confianza que Dios nos escucha y nos responde; tenemos un privilegio que no todas las personas tienen, ya que la oración es exclusiva de aquellos a quienes Dios ha adoptado como hijos, pues la única oración que oye Dios de un no convertido, es aquella en que clama por perdón y deposita su fe en Jesús, de allí en delante, los hijos de Dios son consolados a través de la oración.
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