Existen personas en el mundo y en toda la historia de la humanidad que han obrado y realizado actos de bondad que son dignos de admirar y de recordar, y aunque las cosas que hayan hecho en pro de los hombres sean asombrosas, son temporales; Dios por el contrario es el único y gran libertador de los cristianos y de sus fieles, quien ha hecho obras únicas y eternas que son incomparables, por tal razón es Dios digno de toda gloria y alabanza.
Las personas que no tienen fe en Dios y en Jesucristo no entienden porque nosotros los creyentes vivimos adorando a Dios y dándole gracias continuamente, ya que no pueden expresar lo que nunca han experimentado, me refiero a encontrarse perdido y pobre (espiritualmente) y sin esperanza alguna, y en ese instante ver la luz de gracia y misericordia de Dios por medio de Jesús, quien dio su vida por salvarnos.
Por tal razón insto y exhorto a todo creyente que lea esto a no negarse nunca a ser agradecido con Dios por su eterna bondad mostrada, negarse a adorarle es ser ingrato y malagradecido con quien mostro misericordia por quienes no valíamos nada; y nadie puede saber eso mas que el profeta Jeremías (Jeremías 20: 13) quien describe la Biblia que agradece a Dios con adoración porque estando en esclavitud vio la mano libertadora de Dios.
Debemos tener confianza en Dios y demostrarla a través de una vida y un testimonio de agradecimiento continuo, ya que Dios nos da consuelo y alegría de nuestras cargas; como si hubiésemos sido esclavos y después haber sido libertados, debemos cantar con fuerza al Dios de nuestra salvación.
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