Debemos ser imitadores de Jesús

Cuando somos niños tenemos el deseo de ser como alguien, en la mayoría de los casos como nuestros padres, conforme vamos creciendo algunos vamos reemplazando nuestros ejemplos por otros como maestros o personas a quienes llegamos a admirar y cuando ya somos adultos seguimos sintiendo el deseo de ser como las personas exitosas que para nosotros son admirables, pero se han preguntado alguna vez ¿Cuál debería ser ejemplo a seguir e imitar para los cristianos?

Obviamente la respuesta sobre quien debería ser nuestro ejemplo a seguir como cristianos es fácil, es Jesucristo nuestro mayor ejemplo y nuestro anhelo mas ardiente (por lo menos para la mayoría) pero ¿Qué tanto estamos dispuestos a ser fieles seguidores de Jesucristo? Esta otra pregunta es importante ya que decir que queremos seguir el ejemplo de Jesucristo y hacerlo parcialmente no es correcto; es importante que seamos coherentes con lo que decimos creer y lo que hacemos, sino nos convertimos de imitadores a hipócritas.

En el caso de que si estemos dispuestos a ser imitadores de Cristo, debemos entonces medir nuestra disposición por hacer y cumplir lo que demanda tal deseo; ya que si nuestro deseo es seguir haciendo nuestro placer y voluntad y cumplir solo las cosas que nos convienen, estamos perdiendo el tiempo y jugando con las cosas espirituales y realmente terminaremos frustrados; una fiel imitación del ejemplo a seguir, en el caso si deseamos ser verdaderos cristianos debemos asumir realmente un compromiso de vivir como Cristo vivió.

Les pido a todos reflexionar y a pesar realmente sus intenciones con sus deseos, y que comprendamos que realmente no será fácil cumplir con las exigencias de una vida piadosa, pero que vale la pena, pues la mayor satisfacción que un verdadero cristiano pueda tener no se encuentra en hacer las cosas mediocremente, sino en hacerlas como para el Señor; por tal razón seamos como el Apóstol Pablo, que midió y peso toda su vida y decidió seguir a Jesús al punto que podía decir que lo imitasen así como él lo hacia con Cristo.