Es una enorme bendición tener la capacidad de ver y escuchar, ya que hay personas que nunca han tenido ese privilegio, definitivamente es un hermoso don que podemos disfrutar; pero mas allá de la vista y el oído común existe otro don que otorga Dios a sus fieles creyentes y seguidores, y es la capacidad de ver y escuchar las cosas espirituales, de manera que tengamos la comprensión y el animo para vivir en esperanza de que hay cosas mas grandes y maravillosas.
El Señor Jesús les hablaba en Parábolas a las personas que se acercaban con curiosidad a él, pero a sus discípulos les interpretaba y les daba a conocer las verdades que estas contenían, algo que el mismo Señor Jesucristo describe como una bienaventuranza (una dicha mayor) y es algo que a nosotros que nos acercado con fe a Cristo también se nos ha permitido.
En ese sentido toda las personas a la que Dios les ha abierto sus ojos con la verdad contenida en La Biblia, son capaces ahora de ver aquello que les era oculto debido a su pecado, y también son capaces de escuchar la verdad que antes se negaba a escuchar por su necedad y rebeldía a Dios. Por eso no debe sorprendernos que los incrédulos desprecien la predicación y el mensaje de evangelismo, en algún momento todos estuvimos así, hasta que Dios nos otorgó la dicha de la comprensión.
Vivamos entonces agradecidos por tal oportunidad, porque mientras muchos viven cegados en un mundo de tinieblas, nuestros ojos fueron abiertos para ver la luz de gracia y salvación, y Dios siendo fiel nos consuela con sus suaves palabras, las cuales llenan el alma y dan vida; porque antes caminábamos sin saberlo en camino hacia la perdición y ahora corremos hacia la cruz en busca de perdón. Bienaventurados hermanos porque vuestros ojos ahora ven y vuestros oídos ahora oyen.
A los que no han recibido ese don, a los que viven alejados de Dios y de Cristo, la invitación esta hecha, solamente deben clamar a Dios por vista y por oído; el da vista y hace oír, pero deben solicitárselo, y verán cosas que nunca imaginaban y oirán palabras de Vida, consuelo y gracia.
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