La verdadera confesión a Dios

¿Qué tan importante es nuestra aptitud hacia el  pecado? Muy importante pues aunque todos reconozcamos que hemos pecado, es nuestra aptitud hacia el mismo la que define que ha de pasar con nosotros, ya que el simple reconocimiento de una falta no hace ningún efecto y la Biblia nos ilustra esto muy bien. Todos pecamos contra Dios y eso es una realidad que nadie sobre la tierra puede obviar ni restarle importancia, debido a que a causa del pecado y nuestra aptitud hacia el mismo es que podemos estar perdidos y sin esperanza o podemos alcanzar la misericordia y la gracia de Dios. 

El que encubre sus pecados no prosperará

Mas claro que el agua no puede estar, que todo aquel que piense que negar su pecado le salvará, esta muy equivocado, es mas, nos dice la Biblia que no podrá prosperar aquel que los encubre, es debido a la negación de un error, que nada puede salirle bien a quien quiera tapar el sol con un dedo. Para comenzar es muy claro que no se puede ocultar nada de los ojos de Dios, además que ocultar una falta es por naturaleza sumamente difícil y peligroso.

Aquel que quiere ocultar un pecado, debe mentirse primero a si mismo tratando de acallar la voz de su conciencia, justificándose a si mismo el porque de su error, después debe crear toda una cadena de mentiras para no ser descubierto, hundiéndose aun mas en su pecado y por ultimo debe realizar todo un esfuerzo por hacer creer que todo esta bien, cuando lo único que consigue es mancharse mas al alejarse de la verdad, tales personas nunca prosperaran.

 Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia

Dios deja muy claro su agrado y benevolencia hacia los que confiesan su pecado (1° Juan 1: 9) debido a que confesar requiere un enorme deseo por el agrado de Dios y un profundo malestar por haber hecho algo indebido a ojos de Dios, la confesión no solo quita un enorme peso de encima, sino que limpia  y alivia un alma aturdida por su propia maldad; otorgándole perdón por medio de Jesús y  Dios bendice con su gracia a quienes están dispuestos a confiarle su carga, es un don de misericordia que Dios otorga a quienes tienen el valor de acercarse en confesión de sus pecados.

Pero además de la confesión, la cual es muy crucial, también se nos indica que debemos apartarnos; en señal de un verdadero y real arrepentimiento, tal acción es recompensada con misericordia de parte de Dios; ya que reconocer que se ha fallado es solo una expresión que cualquiera sin remordimiento alguno puede hacer, pero apartarse es una intención verdadera que lleva al cambio y eso es lo que es aprobado por Dios.