El principio de la sabiduria

Últimamente he tenido la desagradable e inoportuna situación de encontrarme con gente que ufanándose de sabios y entendidos, hablan y contradicen la Biblia y todo lo que tenga que ver con Dios, argumentándose a si mismos que la creencia en la divinidad es la razón por la que los hombres viven retrasados y en una oscuridad que no les permite avanzar. Es triste ver como con cualquier falacia filosófica intentar destruir la verdad, esa verdad que es mas sublime que cualquier mentira humana.

Tratándose como de una persecución, estas personas que contradicen la Biblia, buscan cualquier mal entendido para demostrar (según ellos) la carencia de los que creemos en el evangelio y en Dios, en una aparente desesperación por sentar sus ideas, hasta tratan de ridiculizar nuestras creencias, pese a todo, fracasan por una simple razón, "No hay sabiduría sin Dios"

El Principio de la sabiduría

Nosotros, como cristianos y fieles creyentes debemos tener muy en claro que, la verdadera sabiduría tiene como principio el temor a Dios, puesto que no solamente lo declara la Biblia, lo cual es base suficiente para nosotros, sino que también lo podemos demostrar en base a la experiencia, algo que dicen estos detractores de la fe que no tenemos, pero que se equivocan.

Tenemos la experiencia de que todo aquel que se somete a Dios y a sus mandamientos, se encuentra en una posición de ventaja ante las adversidades, que tal temor y reverencia hacia Dios y sus ordenanzas da entendimiento, libertad y esperanza, virtudes carentes en quienes niegan la eficacia de Las Escrituras; el temor a Dios nos permite entender con razón espiritual y razonable las cosas y causas que la ciencia humana limita y define como inexplicables.

Donde los humanos y la sociedad hayan defectuosa la Biblia, los creyentes que hemos sido transformados y cambiados y que hemos experimentado la verdadera sabiduría que emana de sus hojas, sabemos que es vida y verdad y no hay nada mas cierto que lo que ella dice, pese a los livianos y alocados argumentos que cualquier hombre con deseo de maldad quiera proferir.

Como creyentes entonces debemos tener un mayor acercamiento a La Biblia, de manera que seamos poseedores de esa divina sabiduría y podamos experimentar una vida diferente; por lo que debemos practicar con mayor afán la lectura y agregar a la lectura temor a Dios; esto permitirá no solo que podamos argumentar a los contradictores de la fe, sino que también podamos vivir la vida que Jesucristo ha dejado establecido que vivamos, en obediencia y gracia.