La Biblia como mensaje de Dios debe estar presente en la vida del cristiano en todo momento y bajo toda circunstancia, sea de necesidad y consuelo o de alegría y gozo; todo debe tener presente la marca de la Palabra de Dios, pues así lo estipulo Dios cuando le entrego La Ley por medio de Moisés al pueblo de Israel y así debe ser para nosotros ahora en día.
Pero para que esta haga efecto, no solo en el sentido de hacerlo externamente de manera religiosa, sino para poderla cumplir, esta intención debe ser integral, es decir de manera completa en la vida ya que de nada serviría que los hombres lean, hablen, estudien y memoricen la Biblia y no cumplan ni vivan nada de lo que en ella esta escrito, debe hacerse pues desde lo interno, con un verdadero sentido de cambio y transformación.
La Biblia debemos guardarla en el corazón
Que mejor lugar para guardar la voluntad de Dios que en el corazón, ciertamente el colocarla en lo profundo del ser humano puede hacer mayor efecto que colocarla sobre una mesa o sobre algún lugar especial; pero debemos sembrar la palabra de Dios en tierra fértil y fructífera donde germine y produzca y haga que quienes la reciban vuelvan sus rostros a Dios y vivan de acuerdo a su determinado consejo.
La gente de nuestros tiempos ciertamente desprecia tal idea ya que creen que el mayor mal de los hombres es pensar que Dios puede cambiar al ser humano, sin embargo la historia nos da la razón, de como hombres que solamente atesoraron la Biblia mas no la depositaron en sus corazones han hecho males, en cambio hubo personas fieles que vivieron haciendo el bien y mostrando piedad para con su prójimo, todo esto producto de un cambio interno provocado por Dios.
Corazones sin Dios son corazones totalmente vacíos
Estas personas que aborrecen las escrituras no pueden decir que la sociedad sin Biblia y sin Dios es mejor, pues basta ver como el mundo se destruye por si mismo en la inmoralidad y el odio; prueba de la necesidad del hombre de dirección y aun mayor prueba que esa dirección solo puede provenir del Creador y Dios de todo lo existente.
Debemos pues darle la oportunidad a Dios que obre sobre nosotros y sobre nuestros hijos, pero no lo haremos imponiéndoles la Biblia sino la atesoramos primero en lo mas interno de nosotros, la Biblia ciertamente los formara y los educara, les dará valores y principios; pero el cambio completo y la transformación de una nueva vida solo ocurre si colocamos sus mandatos en nosotros y los atesoramos en el corazón, pues también recordemos lo que Jesús nos dijo:
Escudriñad las Escrituras;
porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna;
y ellas son las que dan testimonio de mí;
Juan 5: 39
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