Dios y las prioridades

Todos tenemos prioridades en nuestras vidas, pueden ser distintas entre cada individuo y pueden tener un valor distinto para cada persona, lo cierto es que todo aquello que pongamos como prioridad es porque tiene mayor valor que todas las demás cosas o personas en que pensemos. Por eso Jesucristo enseño acerca del tema, sobre que debe ser de mayor importancia para los cristianos, ya que dependiendo de nuestras prioridades demostramos nuestro verdadero interés por la cosas de Dios.

Mas buscad primeramente el reino de Dios

Jesucristo desea que los creyentes tengamos como primer objetivo en nuestras vidas el Reino de Dios, y al decir esto se refería a que nos debía importar mas las cosas espirituales, como hacer la voluntad del Padre y que se demostrase en nosotros un cambio de vida; esto significa que todo creyente debe poner en primer lugar siempre a Dios en todas las cosas de su vida.

Muchos piensan al leer esto que deberán dejar de estudiar y prepararse, abandonar su carrera y olvidarse de su trabajo para servir al Señor; pero si leemos detenidamente el texto nos dice que debemos buscar "Primeramente" el Reino de Dios, no dice que abandonemos las demás cosas, sino que sepamos priorizar.

La regla es simple, debemos vivir y luchar por cumplir nuestras metas, pero no debemos permitir que estas metas ocupen el lugar que Dios ocupa en nuestras vidas; al hacerlo de esta manera nos encontraremos en el equilibrio que Dios desea para nosotros, ya que la Voluntad de Dios y cumplir sus propósitos tienen un valor eterno y en cambio nuestros intereses son temporales y muchas veces vanos, es decir sin mucho valor trascendental, incluso para nosotros mismos.

todas estas cosas os serán añadidas

Ahora bien, en el contexto del pasaje Jesucristo esta hablando sobre no afanarse por lo que habrían de comer o beber o vestir ya que Dios les supliría todas estas cosas si priorizaban el Reino de Dios; en ese mismo sentido, si damos prioridad a cumplir los propósitos de Dios, él se encargara de darnos lo que necesitemos; lo que significa que incluso aquello por lo que luchábamos y nos afanábamos tanto, Dios lo suplirá si es voluntad de él y si esto es necesario para nosotros.

Que hermoso saber que Dios no solo nos dará lo que con mucho esfuerzo nos habría costado alcanzar, e incluso seleccionara solamente lo que en beneficio de su propósito en nosotros sea bueno; de manera que priorizando las cosas espirituales descubriremos el verdadero propósito de Dios y recibiremos provisión para nuestras necesidades.

Todo esto es mucho mayor y muchísimo mejor que seguir empeñado luchando y esforzándonos por cosas que talvez no nos convienen y que en el afán por conseguirlas dejamos de priorizar la voluntad de Dios. Vivamos entonces poniendo todos los días la mirada en Dios y preguntemos en cada amanecer que Desea él que hagamos nosotros.