viernes, 4 de marzo de 2016

La gloria de Dios

La gloria de Dios ¿Qué es y como se alcanza?
Isaías 40: 3 – 5

Las personas darían lo que fuera por ver la Gloria de Dios, o por lo menos eso dicen, de los dichos a los hechos las cosas cambian mucho, sobre todo cuando nuestros intereses y comodidades están de por medio; veremos en la Biblia, lo que en realidad es esto y como se debe hacer y vivir para que podamos presenciar esa gracia y poder. A la vez que  nos alistaremos para entender y aceptar lo que en realidad es este concepto tan anhelado y poco comprendido, para ya no reducirlo al punto de  una simple experiencia momentánea y sin sentido.
                                                                                                                                        
 3 Voz que clama en el desierto: Preparad camino a Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios. 
El profeta Isaías escucho una voz en el desierto que anunciaba la venida de Dios (de Jesucristo en un sentido profético) por lo que el pueblo de Israel debía preparar camino a su Señor, porque el mensaje estaba dicho y debían estar listos para recibirle; lo que se les pedía pues era que estuviesen listos y prepararan el camino para que el pudiera volver a ellos.  En ese mismo sentido,  muchos años después de la profecía del profeta Isaías, el profeta Juan el Bautista realizo este mismo acto, preparando el camino para Jesús el mesías, anunciando las nuevas de la venida del Hijo de Dios. 
En nuestros tiempos y bajo designación de Jesucristo, los cristianos han sido llamados ha seguir proclamando que pronto volverá, trayendo consigo juicio y justicia; tal delegación no descansa solo en los pastores o misioneros, es una labor asignada a cada creyente, de preparar el camino de su Señor y vivir expectante de su regreso. Además de eso, los creyentes deben poner atención a los mensajeros que valientemente proclaman tal evento, puesto que esto obedientemente y entendidos de su compromiso con Dios, lo hacen para hacernos estar atentos en todo momento.
¿Qué implica esto para nosotros, aparte de tener un compromiso de proclamación y atención? Pues implica que debemos convertir esto en un eje de nuestras vidas y que nuestros valores y principios deben girar en torno a esta realidad, debemos verlo como algo inminente y urgente; tenemos el ejemplo de la Iglesia cristiana de los primeros siglos; quienes según la Biblia vendían sus posesiones, convencidos de que Jesús volvía pronto por ellos. Pero lamentablemente muchos han enfriado esta idea como una especie de suceso lejano y ajeno a ellos, y no se puede decir que tenemos esperanza sin confiar en que esto será real y pronto.

4 Todo valle sea alzado, y bájese todo monte y collado; y lo torcido se enderece, y lo áspero se allane. 
Otro factor que tanto el profeta Isaías como Juan el Bautista resaltaron en sus mensajes era que como parte de la preparación de la venida del Señor, habían cosas que debían enderezarse, ya que estaban malas; en el caso del profeta Isaías, la voz decía que los valles debían alzarse y bajarse toda parte alta, que los caminos torcidos se arreglaran y lo áspero se allanara; igual Juan el Bautista cumplió esto al proclamar a los pecadores que volviesen su rostro a Dios.
Esto es algo sumamente importante de entender, ya que aunque muchos comprenden y tienen cierto entendimiento de que El Señor ha de volver, no hacen nada por cambiar las cosas que se están haciendo mal y lo peligroso en todo esto es que ser encontrados en una grave falta trae juicio, esto lo resalto Cristo en muchas de sus parábolas (Mateo 21: 40 – 41) lo que significa que la venida de Dios indicaba que debían estar preparados para ser compensados, por ello eran advertidos con anterioridad.
Los Cristianos debemos también hacer caso al llamado de advertencia que recibimos de la Santa Palabra de Dios y de los que la predican y proclaman, y enmendar las cosas que están mal, pero la misma idea anterior de que la venida de Jesucristo pueda hacer algo distante y ajeno ha convertido a muchos en siervos malos y negligentes, que no están preparados para el regreso de su Señor. Debemos pues vivir con la mente puesta en este pensamiento de manera que nuestras vidas estén derechas para la su regreso.
                                                                                      5 Y se manifestará la gloria de Jehová, y toda carne juntamente la verá; porque la boca de Jehová ha hablado.
Como resultado de la proclamación del mensaje y la atención al llamado de Dios a enderezar y preparar los caminos, Dios manifestaría su gloria al pueblo de Israel, semejante evento sucedió con la predicación de Juan el Bautista, quienes fueron atentos a su voz, vieron en Jesucristo la gloria de Dios, al presenciar no solo sus milagros y hechos, sino poder escuchar sus palabras y encontrar redención.
Dios promete manifestar su gloria para bien de manera que, todos verán que allí esta él, pero esto como resultado de haberse preparado al llamado de la voz que proclama su regreso, ese es el resultado esperado y justo de quienes no cierran sus oídos ni decaen en la falsa confianza de que estas cosas son para mucho tiempo, puesto que de lo contario siempre Dios manifestaría su gloria, al mostrar su justicia a un pueblo necio y negligente.
En estos tiempos he oído mucho a personas decir que quieren ver manifestada la gloria de Dios en sus vidas, que quieren ver su gloria, pero no preparan sus caminos para el Señor, ni enderezan lo torcido. Por tal razón se conforman con pequeñas experiencias y emociones, pero siguen vacíos; si queremos experimentar la gloria de Dios, debemos empezar por alistar nuestras vidas para su regreso porque el problema grave será cuando en realidad se manifieste el Rey de Gloria, cuando regrese nuestro Señor Jesucristo y examine nuestros pasos. ¿habremos hecho caso al llamado de la voz?
  

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