Recuerdo que cuando Jesucristo salvo mi alma, haciéndome creer en su evangelio, me sentí tan emocionado y contento que solo podía describirlo como lo hizo aquel ciego que recibió sanidad y que según la biblia solo pudo decir "yo era ciego y ahora veo" sin mas explicación, mi nueva vida se lleno de esperanza y el peso del pecado que antes me atormentaba ahora no existía mas, era alguien nuevo y eso solo fue por la gracia de Dios.
Pasado cierto tiempo, lleno de emoción y con deseo de llenarlo todo del evangelio de mi Señor, me dedique a servirle, solo para encontrarme que con cada paso que daba me encontraba con peligros y pruebas, rechazo y desprecio de algunos que fueron mis amigos y con los cuales mi nueva vida ya no encajaba; sabia que algo así pasaría y me prepare, para lo que no estaba preparado era para pasar por el valle de sombra de muerte.
El valle sombra de muerte
Este frio lugar (en un sentido figurado) donde todo cristiano debe pasar, aquel momento oscuro de tu vida, puede ser diferente en muchos y podrán describirlo de diferentes maneras, pero todas significan lo mismo, te sientes que ya no hay esperanza para ti y que todos te han abandonado, que pareciera que el mundo quiere verte caer y que el enemigo esta buscando como hacerte tropezar.
Ese momento tenebroso se vuelve cada vez mas largo y pareciera que el valle se extendiera mas, la sensación de abandono crece con cada paso y solo escuchas voces que te dicen que retrocedas (repito, en sentido figurado) y solo ves al frente destrucción; todo creyente sabrá de lo que hablo, es el peor momento de tu vida, sin embargo en la parte mas oscura, se me ocurrió clamar a mi Redentor.
Mi redentor vive
Si, allí y no por iniciativa mía, sino por la voz de su Espíritu que ahora mora en mi y bajo el testimonio de cientos de miles a lo largo de la historia, que hallándose en ese oscuro valle alzaron su voz a su Señor, también lo hice y recordé que el prometió nunca dejarme ni abandonarme y volví mi rostro a El, entonces me vi rodeado de luz y de esperanza.
Recordé también que si estaba allí es porque el lo había permitido para recordarme mi flaqueza y fortalecerme dependiendo solamente de El, también me di cuenta de que nunca me dejo y que me llevaba de su mano, simplemente había puesto mi mirada en lo que me rodeaba, y tal oscuridad me hizo pensar que no estaba Dios allí.
Ahora todo hermano que lea esto, espero pueda también entender que su Redentor vive, prometió estar con usted, lo lleva de su mano y nadie podrá contra su Dios, solo debe clamar a El, recuerde también que valles siempre habrán por delante de todo cristiano que quiere seguir caminando en su peregrinaje a tierras celestiales, pero que todo valle termina y por mas oscuro que este usted nunca quedara solo, no debe temer porque Jesucristo esta con usted.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario