lunes, 20 de julio de 2015

Padecer por Cristo

EL PADECIMIENTO DEL CRISTIANO
1º Pedro 4: 12  19

OBJETIVO: Que los hermanos aprendan a gloriarse en el poder de Cristo cuando padecen; que reconozcan, cuando es culpa de ellos o por la causa de Cristo y hagan la diferencia.

Cristo advirtió siempre a sus seguidores que habría persecución por causa de él (Juan 16: 33), el cristiano no debe extrañarse de esto pues ya la Biblia lo advierte, por el contrario, debe preocuparse de su relación con cristo cuando en su vida espiritual no experimenta ninguna clase de amenaza u oposición, pues pueda que no este teniendo una comunión verdadera por la cual el mundo deba oponérsele.

El padecimiento es la muestra visible y material, de un mundo espiritual oponiéndose al cristiano fiel y que tiene una vida entregada a Dios; no es siempre esta una prueba en todos, pero si nos da una idea del grado de lucha del mundo espiritual contra un cristiano genuino.

 Aprendiendo a padecer con gozo. (v. 13)

Pedro exhorta a tener gozo cuando padecemos porque así somos participes y nos identificamos con el sufrimiento de Cristo, esto hace que el cristiano confié más y desee con más anhelo y alegría la revelación gloriosa de Cristo (Ejemplo: Juan 16: 20  22).

El dolor nunca produce alegría física, pero en el cristiano, cuando se padece, sea emocional sentimental o físicamente por Jesús, debe sentir gozo por participar con el sufrimiento de su Señor y alegrarse de que las recompensas celestiales le esperan (Romanos 8: 17; Filipenses 3: 10; 2ª Timoteo 2: 12) si tenemos esto presente, sufrir por Cristo es un privilegio y no un castigo.

(Aprendiendo a padecer con apoyo Divino (v. 14)

Cuando el cristiano padece, es Bienaventurado porque el Espíritu Santo descansa sobre el creyente y hace reposar al cristiano en el sentido que él se hace cargo de su lucha y del inútil esfuerzo de vivir dependiendo  de si mismo, el sufrimiento es el mismo pero la situación pasa a  manos de Dios.

En el libro de los Hechos capitulo 6 y 7 se describe el padecimiento de un cristiano fiel y entregado a Dios (Esteban), lo interesante es la descripción de él en los versículos 6: 15; 7: 55,  56 y 59, 60. Esto hace ver que a pesar del sufrimiento, El Espíritu Santo hace reposar en el la paz y presencia de la gloria de Dios, tomando así el control de la situación, el resultado fue trágico pero la gloria recibida es incomparable.

 Aprendiendo a padecer por Cristo (v. 15, 16)

El padecimiento a consecuencia de nuestras acciones negativas, no son nada mas que el pago de nuestra desobediencia, no podemos justificar esa clase de sufrimiento a Cristo cuando hemos sido nosotros quienes actuamos mal.

Tenemos que sufrir por nuestra posición, no por nuestra disposición Así como la madre que sufre por su hijo desobediente (que nunca educó), o que ha emigrado ilegalmente no puede justificar a Cristo su sufrimiento, no tendremos recompensa alguna por ello (v. 19)

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