La vida se rige por prioridades, todo mundo tiene prioridades, aun el mas despistado y holgazan es regido por su propio bienestar y su propia satisfacción, esas son sus prioridades; como cristianos o personas que aspiramos a seguir al Señor Jesús debemos tener prioridades y estas deben esta basadas en la voluntad de aquel a quien decimos seguir, alguna vez te has preguntado ¿como saber si mis prioridades son hacer la voluntad de Dios? Porque muchos piensan que si, pero una pequeña evaluación a sus vidas demuestra lo contrario.
Es bueno examinarse moral y espiritualmente, la Biblia lo aconseja porque asi pueden encontrarse varios factores que rigen nuestra conducta; haremos pues un muy breve analisis de dos simples pero importantes preguntas para averiguar cuales son nuestras prioridades y hacia donde se dirige nuestra conducta, para eso necesitamos sincerarnos con Dios y con nosotros mismos.
¿Nos preocupamos del mañana?
Si, lo se, suena algo ridiculo esto pero, aunque a todos nos preocupa que pasara en el futuro, y seria realmente absurdo no tomar medidas; me refiero a que si realmente no nos deja dormir la idea de lo que puede pasar mañana, esa es la primer indicación de que estamos priorizando nuestra vida antes que obedecer a Dios, pues el que tiene por prioridad obedecer a Dios, ve su proximo dia en las manos de Dios y no se afana porque es Dios quien vela por el.
¿Somos desprendidos cuando de servir a Dios se trata?
Al hablar de esto no quiero decir que seamos dejados con nuestro hogar o nuestras cosas, debemos cuidar todo celosamente, hablo de que si sabemos que algo puede servir para el servicio declos demas y que eso agrada a Dios, estamos dispuestos a sacrificarlo, de eso hablo; mucho de lo que nos impide agradar a Dios es precisamente esto, el amar algo tanto que no lo queremos soltar aun cuando sabemos que Dios nos lo pide.
CONCLUSION:
con esas dos preguntas en mente, evaluemos si estamos poniendo nuestra mirada en Dios o si estamos buscando algo mas, porque si buscamos algo mas, seguramente lo hallaremos, pero estaremos muy lejos de Dios buscandolo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario