Increible e impresionante; asi se describen las cosas que Dios ha preparado para quienes le aman, definitivamente algo por lo que vale la pena el sacrificio y la obstinación de remar contra la corriente actual de este mundo, que dice amar a Dios pero que no lo demuestran con sus hechos.
El mundo quiere y urge de sanidad en todos los aspectos, pero no quieren al sanador, requieren reparación, pero no quieren al reparador; si tan solo amaramos mas a Dios, al punto del sacrificio de nuestro propio interes, veriamos grandes cosas que nunca ha pensado el corazón humano, asi lo promete la Biblia.
Lo impresionante viene despues
Cuando era niño, siempre me aburrian esos paseos escolares, llenos de mucha explicación de como funcionaban ciertas cosas y de que fecha databan y etc. Pero recuerdo decir a la maestra que lo bueno venia despues del paseo y asi era, al finalizar siempre estaba aquel objeto que nunca habiamos visto, aquella maquinaria maravillosa o aquel inmenso lugar (todo dependia del lugar a visitar)
Asi es Dios, quien en su palabra nos promete que hay cosas que ni el corazón humano ha podido concebir y que estan reservadas al final de esta vida para aquellos que han sido capaces de amarle sin medida, un trato maravilloso por abstenerse de vivir bajo nuestras propias erradas reglas, imagino que ahorita muchos estamos tratando de imaginar eso que describe Dios (no lo lograras, jeje) pero como lo dice y lo repito, ningun corazón humano lo ha podido imaginar.
La falta de capacidad de ver mas alla
A este mundo le falta esa capacidad y se limitan a amar a Dios a su manera, es decir, hasta donde su propio interes se los permite; no ven que las cosas increibles que Dios promete estan al final y se saltan el viaje para disfrutar ahora y temporalmente de cosas que no son maravillosas y que no satisfaceran sus corazones.
El reto nuestro es vivir amando mas a Dios, nunca esperemos que sea suficiente y hagamoslo pensando (o mejor dicho, tratando) en las cosas increibles que Dios nos reservará si le amamos realmente al punto de sacrificarnos a nosotros mismos por hacerle a él feliz.
CONCLUSION:
Ama a Dios con todo tu corazón, mente y fuerzas y Dios te compensará en esta vida y la venidera, pero si te amas a ti mismo solamente y complaces en esta vida, seguro que ya recibiste lo que merecias.
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