Seguramente muchos hemos sido despreciados por nuestra fe, ya que las personas llegan a sentir que ser cristiano es privarse de placeres y alegrías, algo que es muy falso; lo que pasa es que el hombre sin Dios no haya tranquilidad para su alma e intenta cubrir su vacío con toda clase de cosas, algunas de las cuales son malas y aun así las llaman buenas porque les produce alegría temporal.
El cristiano tiene otra prioridad y otro deseo, uno que lo conduce a querer ser obediente y sobrio; la felicidad del creyente ya no se encuentra en auto complacerse sino en encontrarse haciendo lo que su Salvador y Señor ordena, conocedor de un destino eterno que esta siendo preparado para todos aquellos fieles y santos; la felicidad temporal de los placeres mundanos se reduce a nada para el seguidor de Cristo y anhela mas las cosas que perduran para siempre y sonríe pensando en las bendiciones que Dios prepara por gracia y que el oro no puede comprar.
¿Que debemos hacer para ser felices? Guardemos los mandamientos de Dios y llenémonos del conocimiento de su voluntad, sigamos la vereda que conduce a la verdadera vida y conoceremos la gracia y la salvación, así tendremos paz y felicidad interna y perpetua; pongamos nuestra fe en Dios y en su hijo Jesucristo y seremos verdaderamente libres, viviremos si buscamos a Dios.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario