Pidamos lo que querramos a Dios

La permanencia y la perseverancia son principios determinantes en la vida de un cristiano, por medio de los cuales Dios recompensa a quienes hacen lo posible por cumplirlos; es así como vemos que Jesucristo prometió conceder toda petición de aquellos que permanecen en él y conservan sus palabras en ellos, por tal razón debemos animarnos a continuar sin retroceder en el camino que Dios nos ha determinado, ya que tiene su recompensa ser fieles al Señor.

Muchas veces me he encontrado personalmente desanimado a continuar perseverando en la senda cristiana y es algo que esta arraigado a nuestra naturaleza humana, pero no es una excusa para hacerlo, pues todo aquel que ha puesto su mirada hacia la Cruz de Cristo y ha experimentado la gracia de Dios sabe que alejados de él nada podríamos hacer, ya que nuestros ojos son expuestos a la realidad de que todo esta bajo el control divino.

A la vez Jesús queriendo alentarnos a seguirle sin retroceder, nos dice que todo aquel que permanezca en la fe y que conserve sus palabras como regla de vida tendrán la posibilidad de pedir todo lo que quieran y les será hecho; esta promesa nos muestra que el compromiso de Cristo hacia nosotros es tan grande que se compromete a concedernos nuestras peticiones si cumplimos con lo que nos exige.

Esto es una hermosa esperanza para todos aquellos que caminamos a diario en la fe y que muchas veces nos encontramos con tropiezos y engaños del mundo, por lo que podemos levantarnos con la confianza de que aquello que necesitemos y pidamos nos será respondido si conservamos presente las palabras de Jesús en nosotros, por lo que si hemos caído de alguna manera en el desanimo, levantémonos y continuemos perseverando que grande es la recompensa que Dios nos da.