Todos algún día tendremos alguna angustia, es algo común en un mundo tan estresante y agobiante, donde se supone que el hombre moderno no tiene necesidades sino comodidades, es todo lo contrario; la razón a esta problemática es simplemente debido a la falta de Dios en la vida de los hombres, ya que si todos pudiésemos confiarle a Dios cada uno de nuestros días, conoceríamos lo que es la verdadera libertad y daríamos la honra que Dios se merece.
Pero el problema esta en que debido a que los seres humanos no confían en Dios como debería ser (o mejor dicho no confían para nada en él) en vez de ver salidas ven problemas y estos se los atribuyen a Dios, algo típico de nosotros de no aceptar que los problemas los provocamos nosotros y buscamos siempre a un culpable.
Invócame
Dios hace una invitación a todo aquel que se acerque a él, es decir a los creyentes, les dice "invócame" es decir, háblame y pídeme ayuda, pídeme auxilio dice el Señor; si realmente despertamos esa clase de fe y confianza en que Dios puede ayudarnos, debemos tener la certeza que Dios siendo fiel a sus palabras puede y cumplirá esa promesa de librar y auxiliar a quien le necesite.
Obviamente esto implica muchas cosas, por eso decía que debemos acercarnos con fe, ya que son muchas las personas que se decepcionan a si mismos porque buscaron el favor de Dios sin creer en él, es decir que se acercaron a Dios por algún interés, pero solucionado su problema se olvidan de Dios y al surgir o resurgir un problema piensan ellos que dios les ha fallado, cuando son ellos mismos que se engañaron porque nunca confiaron realmente en Dios ni en Jesucristo.
Me honraras
Otro asunto importante de entender, es que Dios espera de quienes le invocan y se acercan con fe, es que en respuesta lógica a su favor y misericordia, le honren y den gracias; claro que esto es otro dolor de cabeza para los incrédulos que piensan que Dios es una especie de lotería o beneficencia, pero para un cristiano debe ser prioridad honrar a Dios por su gracia, ya que si recibe o no lo que espera, Dios fielmente lo sostiene aun en su mas oscura noche.
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