Los seres humanos, debido a su naturaleza caída, siempre buscan alejarse de Dios, parte de esa naturaleza sigue viva en los cristianos; no podemos por razones del pecado seguir fielmente a Dios como quisiéramos; aun el Apóstol Pablo se decía a si mismo ¿quién me librará de este cuerpo de muerte? (Romanos 7: 24) sin embargo esta no es excusa para seguir indiferentes con Dios, nadie esta exento de sus compromisos con el Creador por lo que debemos aprender a cumplir su voluntad ¿Cómo?
Temor a Dios.
La Biblia nos dice que todos los hombres (y en especial los cristianos) deben temer a Dios, es decir rendirle obediencia y respeto a él y su Palabra; en el contexto del salmo 64: 9 se nos dice que los hombres malvados verán el juicio de Dios y temerán; ya que desconociendo a Dios como Señor, él los motiva a través de sus justos juicios, mas en el caso de los creyentes, debemos aprender a tenerle temor por medio de la exhortación de su Palabra, ya que somos alertados anticipadamente.
Vivamos pues de manera antes del juicio, nosotros ya estemos haciendo como Dios manda de nosotros y los hombres puedan ver en nosotros ejemplo de temor y respeto a la voluntad de Dios, es esa la condición del cristiano, de anunciar fielmente a los seres humanos el camino de la verdad que nosotros recorremos.
Proclamar sus obras
Uno de los objetivos del temor a Dios, es que los hombres, aun los que dicen no creer en Dios, al ver lo grande, poderoso y justo de Dios, proclamen sus obras; obviamente esto es algo que aunque la ceguera espiritual que los humanos tienen no les permite reconocer, es algo que todos ser humano llegara a hacerlo; puesto que es responsabilidad del hombre tanto creyente como el que no lo es, rendir a dios las cuentas de sus vidas ante Dios.
Si bien los hombres no quieran hacerlo, no pueden negarlo con eficacia, para ello estamos los creyentes también, para servir de testigos de las grandezas de Dios y de la providencial misericordia a quienes se amparan en Jesucristo. Debemos entonces hablar a voz alta y sin temor sobre las obras de Dios para que los hombres digan lo justo que es Dios.
Entenderán sus hechos
Esto ultimo tiene mucha relación con lo anterior, ya que se refiere prácticamente a lo mismo; el escritor lo hace con énfasis para entender que todo aquel que llega a comprender el temor a Dios debe reconocer también los hechos poderosos de Dios, quien con su sublime gracia a cobijado a sus escogidos y lo ha hecho para que los hombres no puedan decir que Dios no vela por los suyos.
Cada creyente se vuelve entonces en proclamador de estas verdades porque ya somos parte de aquellos que han recibido la vista y han vuelto a nacer; podemos con mayor claridad reconocer a Dios y temerle porque el es grande y poderoso y merece toda gloria y toda honra.
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