domingo, 8 de noviembre de 2015

Sigue la paz y la santidad

Versiculo biblico de llamado a la santidad y pureza
Uno de los requisitos para poder ser parte de las grandes promesas de Dios y que menos se ha valorado o simplemente se ha sobreestimado es aquella que tiene que ver con el trato hacia los demas y hacia Dios.
Si bien sabemos que el resumen de La Ley Mosaica era el amar a Dios por sobre todas las cosas y al projimo como a
no mismo; muchos tomamos esto como medidas para la felicidad y que tales solo sirven para llevar vidas prosperas aca en la tierra, sin repercusiones en la eternidad, algo que biblicamente esta muy alejado de la verdad.

La Biblia nos describe en muchas partes y aun el escritor a los Hebreos nos declara que nadie que no siga la Paz con todos y la Santidad a Dios no podra ver a Dios, dejando estas dos premisas como requisitos indispensables para gozar del reino eterno en la presencia de Dios.
No dudo y no quiero que nadie lo haga que solamente por medio de Jesucristo podemos llegar al Padre Dios y que lo unico que solicita de los hombres es la fe en su sacrificio y el arrepentimiento de nuestro pecado y nuestras obras muertas.
Pero debemos respetar el sentido de Las Escrituras y aceptar que todo aquel que ha sido salvado debe poseer un sentido de afecto hacia el projimo y un deseo de vivir agradando a Dios, de lo contrario no hemos conocido la salvación aún.

Debemos por lo tanto examinar nuestras vidas en relación a estas verdades y hacer lo que se nos demanda no solamente como una obligación sino como un caracter natural en nosotros; es decir si hemos experimentado la gracia de Dios lo menos que podemos hacer es procurar la Paz con los hombres y vivir en Santidad para Dios.
Asi que ahora vivamos bajo la idea de que asi como la salvación es un don de Dios, tambien lo es la capacidad de procurar el bien y el anhelo de agradar a Dios, cosas que antes nos eran imposibles ahora son necesarias en nuestras vidas y esa cualidad proviene de Dios atraves de su Espiritu Santo con el cual nos ha dotado.

Si no estamos viviendo bajo esta regla, nos conviene analizar nuestro andar en la fe cristiana y orar para que Dios nos ayude a buscar siempre el hacer su voluntad; no limitemos pues el poder de Dios en nosotros y permitamos que el haga florecer nuevas criaturas para su honra y su gloria.

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