lunes, 16 de noviembre de 2015

¿Que hacer cuando otros sufren?

Pray for france
Hola y bendiciones; ante la gran amenaza sufrida por la oleada de violencia en el continente europeo, se han multiplicado las muestras de apoyo al pais de Francia por medio de las redes sociales y fue entonced que me recorde de un sermón que escribi hace un par de años y que podria ser interesante para algunos creyentes acerca de la indiferencia ante el sufrimiento de otros, espero les pueda servir mucho.

¿QUE HACER CUANDO OTROS SUFREN?
Abdías 6  15 

OBJETIVO: Que los creyentes hagan conciencia del daño que se hace al ser indiferentes del mal ajeno. Que aprendan a ser más sensibles a las necesidades y problemas de las demás personas.

Abdías escribe a la nación Edomita el juicio que vendría sobre ellos porque las naciones atacaban una y otra vez a Israel y los Edomitas no habían movido un solo dedo por ayudarles, por el contrario, habían sido participes de los múltiples saqueos y las muertes de  quienes intentaban escapar.

Esta división parecía remontarse al caso de la primogenitura entre los hermanos Jacob (Padre de Israel) y Esaú (Padre de Edom) pero debía poder mas el parentesco que el orgullo pues hasta los mismos hermanos ya se habían perdonado (Génesis 33: 1  4) lamentablemente no fue así con su descendencia. Dios aborrece la indiferencia al momento de hacer a un lado las ofensas y ayudar, y es terrible que muchos cristianos practiquen tales actitudes semejantes a los Edomitas.

No debemos observar el mal ajeno (v. 12a)

Los Edomitas veían subir el humo de los incendios y oían el ruido de los asedios contra Israel pero solamente los ignoraban y acallaban su conciencia pensando que era mejor no intervenir; ¿Cuál era el pecado en solo observar? El problema era que no hacer nada demostraba un corazón insensible y orgulloso, cosas que a Dios no le gustan.

Creemos que es suficiente con no meternos en el problema de los demás, y hasta nos enorgullecernos de ser muy Reservados en esa clase de asuntos, pero dejamos ver nuestro corazón insensible y orgulloso que es incapaz de doblegarse. ¿Como nos cabe en la cabeza que decir Dios tenga misericordia de el o ella y no hacer nada es suficiente?

No debemos alegrarnos del mal ajeno (v. 12b)

Otra parte de los Edomitas se alegraban del mal que acontecía sobre Israel, ya que aprovechaban esta situación para enriquecerse al emboscar a quienes escapaban, también porque venían a su mente las diferencias existentes del pasado.

A veces no somos participes del daño pero nos alegramos de que le pase a otro, en especial si nos ha dañado,  eso ante los ojos de Dios es semejante a hacerlo (Abdías 11; Proverbios 17: 5) solo una mente retorcida puede sentir satisfacción del sufrimiento ajeno, no es posible que en nuestro corazón haya alegría al ver sufrir al prójimo

No debemos jactarnos del mal ajeno (v. 12c)

Lo peor que pudo hacer Edom fue jactarse de lo que les acontecía a sus hermanos Israelitas, es decir, aparte de ser indiferentes y de alegrarse, se creían tan pretenciosamente satisfechos por no ser ellos sino otros lo que sufrían, creían ser inalcanzables (v.3) Por eso Dios decidió tomar juicio sobre ellos, y mostrarles que a su tiempo todos trataremos con el personalmente.

El cristiano no debe jactarse  y pensar que es infalible ante Dios debemos recordar que en cualquier momento nosotros podemos encontrarnos en semejante condición (1ª Corintios 10: 12)
Y a Dios no le gusta el corazón altivo y pretencioso, sino el humilde y sencillo.

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