Empezar una carrera ya sea del ambito deportivo, profesional o educativo siempre ha sido algo muy dificil ya que siempre existiran prejuicios, miedos, dudas e incluso fracasos casi seguros.
Pero la capacidad de empezar con la visión de lograr las metas aun con todas esas dudas es admirable en cualquier ser humano, algo que aun Dios mismo exige y recompensa de quienes tambien han decidido empezar la carrera de la fe, de seguirle sin mirar atras con esperanza de una eternidad gloriosa.
La invitación
Jesucristo hace una invitación a todo aquel que quiera venir en pos de él, sin distinción, ni obligación y cuando hablo de obligación me refiero al hecho que nadie esta siendo llevado a la fuerza, si bien es cierto que es imposible resistirse al llamado de Dios, la naturaleza pecaminosa que poseemos nos impide oir su llamado.
¿Que significa pues su llamado para los cristianos? Mucho, ya que haberlo escuchado implica su obra en nosotros, una imvitación a seguirle es algo sumamente valioso que no podemos menospreciar, debemos correr hacia el alegres sabiendo que aunque sean muchos los que lo escuchan, pocos son los escogidos para obedecerle.
El requisito
Lo que Cristo pide de aquellos que han escuchado su voz y han aceptado el reto es que se nieguen a si mismos; sentencia muy necesaria sin la cual no se puede seguir adelante.
Muchos piensan que pueden ir tras de Jesús siendo ellos mismos, si bien ciertamente debemos ir a él tal y como somos para que sea Dios quien nos cambie, requiere de aquellos que han escuchado su voz seguir su consejo y despojarse del peso y del pecado negandose a uno mismo para lo que esta por delante.
El sacrificio
Nos pide tambien sacrificarnos y tomar la cruz tras de Jesucristo, ¿es acaso posible seguirle sin sacrificio? No, no es posible buscar a Jesús sin ofrendarse a diario, buscando la voluntad de Dios Padre y muriendo a si mismos para servir como ofrenda viva para su Salvador.
Nuevamente hay a este punto personas que creen que pueden servir a Dios sin sacrificio, mas es claro que sin la cruz a nuestros hombros jamas podremos ser capaces de seguir a Jesús.
La razon es porque solo muriendo a uno mismo, podemos nacer a nueva vida y ya sabemos que solo naciendo de nuevo podemos entrar en su reino.
El objetivo
¿Que se persigue tras de todo esto? Pues seguir a Jesús hacia el reino celestial y la vida eterna en la presencia de Dios, al perdón y a la expiación de culpas, a alejarnos de la condenación y el castigo.
Si alguien tiene clara esta meta es hombre o mujer capaz de llegar al final de tal anhelada carrera y esas personas seran recompensadas.
Preguntemonos pues si tenemos clara nuestra meta o simplemente nos hemos acercado por el atractivo del evangelio; ya que hay muchos admiradores, pero pocos seguidores.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario