miércoles, 9 de septiembre de 2015

¿por que confiar en Dios?

Confianza
Cuantos deseariamos volver a ser jovenes y escuchar el consejo de nuestros padres, seguramente todos aquellos que ya gozamos de mayor edad tenemos ese deseo; lamentablemente el tiempo no puede retroceder y para algunos, nuestros padres ya no estan presentes.
Pero aun existe la posibilidad de escuchar a un Padre dar consejos sabios e inagotables y que pueden transformar vidas, ese Padre es Dios quien con su eterna sabiduria y su gran bondad para aquellos que confiamos en él, aun vierte su dirección para guiarnos por la vida; pues al final todos hemos crecido pero ninguno ha madurado lo suficiente.

Si piensas que ya eres demasiado grande o demasiado viejo para un consejo, puede que seas quien mas lo necesite. Talves creas que eres muy joven o que no lo necesitas, pues dejame decirte que tambien entras en esa categoria que la Biblia llama los que se apoyan en su propia prudencia. Es decir personas que se creen autosuficientes y autodependientes.
No te molestes en justificar esa conducta ya que es natural sentirte muy sabio y muy prudente, pueda que si lo seas, pero te daras cuenta cuando las circunstancias sobrepasan tu entendimiento y tus limitaciones se hacen cada vez mas evidente que no lo sabes todo y que realmente necesitas un consejo.

Fíate de Dios, fíate de Jehová, talves la lección mas dificil sea comprender y aceptar la necesidad de Dios, aun en aquellos que profesamos creerle cuesta encontrar certidumbre por lo que necesitamos fomentar el habito de la dependencia primero y despues el de la confianza.
Cuando llegamos a depender de él, la confianza se vuelve mas facil, ya que no esta en nosotros sino en los soberanos planes de Dios aquellas cosas a las que no tenemos respuesta y asi nace la confianza como respuesta a suplir esa necesidad.
Practiquemos pues estos habitos y pongamos de todo corazón nuestra confianza en Dios, sin limitaciones ni peros y veremos manifiestamente que Dios toma pleno control el cual siempre ha tenido, pero que al depositarle nuestra fe, se vuelve visible a nuestros ojos y es completamente agradable descansar en Jehová.

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