viernes, 31 de julio de 2015

Una congregación perfecta

Bendiciones mis amados hermanos, hoy he querido compartir un sermón que nos describe a mi parecer a la congregación perfecta, en un ejemplo del biblico e historico pueblo que Dios libró de la esclavitud. Hablo de perfeccion en cuanto a idealismo, no en cuanto a realidad, ya que sabemos que la perfeccion es inalcanzable en esta vida, pero que es el llamado de Dios en la biblia para aquellos que vivimos sirviendole
espero que el tema se tome con madurez y con gran importancia debido a la necesidad que urge de congregaciones de hermanos fieles y servidores dentro de un mundo tan cambiante, y a la vez espero sus comentarios al respecto, que sea de bemdición

UNA CONGREGACION PERFECTA
Éxodo 36: 2  7 

OBJETIVO: exhortar a través del ejemplo bíblico de los Israelitas el verdadero efecto de una congregación que apoya la verdadera obra de Dios.

Cuando servimos al Señor de voluntad, corazón y con sabiduría, los cristianos apoyan con tanta generosidad que no existen necesidades.

Cuantos pastores y lideres sueñan con una congregación perfecta y sin errores en el sentido humano es imposible, pero partiremos del caso de que perfección es la capacidad y madurez espiritual para afrontar con decisiones sabias los problemas de la vida; en una etapa importante del pueblo de Israel al encontrarse en el desierto, esta perfección o madurez se pudo ver claramente en tres aspectos que estudiaremos hoy.

La congregación que sirve (v. 2)

Por mandato de Dios, Moisés llamo al servicio de la construcción del tabernáculo y sus utensilios a personas que por la gracia de Dios eran capaces y con sabiduría; pero sobre todo que hubieran dispuesto venir en su propio corazón, note que ninguno fue forzado, ni sometido al servicio tal y como debe ser de su propia voluntad.

Cuando una congregación posee madurez y sabiduría espiritual, por efecto también poseen voluntad para ponerse al servicio del Señor, note que no solo es el intelecto, o la sabiduría, pues muchas congregaciones caen en el error de poner a servir al que parece mas sabio y mas maduro (a veces elegidos por edad, tiempo, nivel educativo o social), pero que no posee el mas mínimo deseo de servir, ni la capacidad espiritual, sino de lucirse.

La congregación que apoya (v. 3  5)

El pueblo reunió ofrenda para la obra puesto que sabían que esto era de Dios, y que era necesario para los maestros de la obra el material; pero para sorpresa de ellos, los Israelitas apoyaron la obra de tal manera que traían voluntariamente cada mañana y era más de lo que se necesitaba. 

Hoy en día la iglesia debería apoyar la obra que Dios dirige y que se hace de buena voluntad (Pastores, evangelismo, misiones), no la obra mas numerosa, ni la mas beneficiosa o entretenida (Conciertos, festivales, comilonas) La mies es demasiada como para dejarla perder y apoyar a quienes trabajan por ella es lo menos que se debe hacer.

La congregación que recibe (v. 6  7)

Moisés ordeno al pueblo no ofrendar más, pues tenían abundancia y hasta sobraba; Dios bendijo tanto a los israelitas con el oro y las joyas que trajeron al salir de Egipto; por ende lo que sobro les quedo a ellos, ellos no esperaban eso sino que fue resultado de su generosidad, lo cual Dios ve con mucho agrado.

Cuando la congregación sirve y apoya también recibe, esto resulta en que no hay necesidad de inventarse tantas actividades (comilonas, excursiones, etc.) para recolectar dinero de los hermanos, pues Dios se agrada de la generosidad y amor de los creyentes y los recompensa abriendo las ventanas de los cielos hasta que sobreabunda.

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