Dios lo conoce todo

Existen muchas cosas que nos pasan y que cambian nuestra forma de vivir y nuestra manera de pensar; muchas de estas cosas son tan privadas y personales que no se las contamos a nadie, tales como cuando alguien nos defraudo, cuando estamos frustrados porque algo no acontecio o incluso decepciones de todo tipo.

Estas cosas pasan y si no las exteriorizamos pueden destruirnos por dentro; pero la biblia nos enseña que Dios lo conoce todo y que bello es saber que podemos contar con él para desahogarnos y librar nuestras cargas, debemos pues cosechar la confianza en Dios y en su fidelidad.

Esperanza o temor

El texto de Hebreos 4: 13 nos hace ver que todo lo creado es conocido por Dios y que nada escapa de su saber y su sabiduria, eso incluye nuestros pensamientos y tambien aquello que nos inquieta.

Tal idea horroriza a aquellos que no han entregado sus vidas a Jesucristo para que les perdone de sus pecados; mas para los que hemos creido en su sacrificio es realmente alentador saber que aquello que nos abate ya Dios lo sabe y que nuestra respuesta esta en su saber.

Asi que debemos pensar en esto como una medida que nos sirve para saber si estamos viviendo como Dios quiere,  ya que si nos llena de esperanza saber que Dios lo conoce todo, podemos confiar; mas si nos preocupa es porque debemos arrepentirnos y buscar refugio en él, de todas maneras no podemos escapar, de nosotros depende sentir verguenza o confianza.

La intención es lo que cuenta.

Realmente que Dios lo sepa todo es tambien algo que debe hacernos pensar en nuestras intenciones, ya que muchas de las cosas que nos acontecen es en primera instancia porque nosotros lo provocamos y aunque hagamos pensar a otros que no es asi, al saberlo todo Dios no existe manera de engañarlo.

Debemos por lo tanto vivir con la confianza que Dios sabe lo que nos pasa y que no es indiferente, pero que tambien sabe si lo que nos pasa fue por causa de nuestra desobediencia o no, lo cual hace que vivamos vidas mas integras y entregadas a la fe que profesamos, luchemos pues por tener buenas intenciones y si las cosas no salen como queremos tendremos la certeza de que Dios ya lo sabe y estará obrando para cumplir su proposito, el cual es agradable y perfecto.