Hebreos 5: 11 14
Objetivo: Que los hermanos conozcan lo que es la verdadera madurez espiritual, que practiquemos una vida más personal e intima con Dios, para alcanzar una mayor madurez y que no juzguemos a los demás por las apariencias.
La madures NO ES no hacer cosas malas porque no puedo; la madurez es no hacer cosas malas porque no quiero.
La madurez NO ES hacer cosas buenas porque no tengo otra opción; La madurez es hacer cosas buenas porque quiero.
La verdadera madurez es la capacidad espiritual de discernir entre lo bueno y lo malo.
El cristiano se encuentra en constante aprendizaje durante su viaje a la patria celestial, enfrentando a diario las fuerzas del enemigo y madurando durante el proceso, sin embargo existen creyentes que a pesar de los años, parecen haberse estancado y caen en la repetida necesidad de que se les enseñe e instruya como a pequeños sin experiencia. (5: 12)
( La gente que es madura piensa de manera correcta. 1ª Corintios 14: 20)
Al igual que los corintios con el don de lenguas muchas cosas que Dios tiene preparadas para sus hijos no las podemos discernir o entender, porque nuestros pensamientos a veces son todavía como los de un niño, que actúa sin reflexionar en las consecuencias de sus actos.
Nuestros pensamientos deben estar enfocados en vivir haciendo la voluntad de Dios, esto se produce cuando a diario nuestra mente se va renovando y madurando mediante su palabra en nuestras vidas, pero muchos no tienen esta aptitud y sus pensamientos se vuelven infantiles y desorientados.
( La gente que es madura habla y actúa sabiamente (1ª corintios 2: 6)
Muchos cristianos actúan insensatamente y se expresan de manera deshonesta y aun por mas que pidan sabiduría a Dios como lo dice Santiago 1: 5 mientras no exista madurez, no sabremos elegir sabiamente porque confunden actuar con astucia pensando que eso es sabiduría.
Mientras la persona no sea madura no será capaz de actuar con la sabiduría necesaria para las decisiones de su vida porque la sabiduría es el don de Dios por el cual somos prudentes, sensatos y razonables, pero esta a su vez se manifiesta en la persona que con madurez sabe discernir entre lo bueno y lo malo.
( Ejemplo de un rey que actuó inmaduramente (1º Reyes 12: 1 11)
Interesante es ver que el rey Salomón, el hombre más sabio, por falta de madurez, fracaso moralmente en el final de su reinado. Pero mucho más interesante para este caso fue el de su hijo Roboam quien ejemplifica como despreció el Sabio Consejo de los Ancianos que habían estado delante de Salomón por la inmadura decisión de los Jóvenes que se habían criado con él
La verdadera madurez nos ayudara a ejercitar la sabiduría de Dios cuando a diario nos enfrentemos a este mundo, porque así tendremos que actuar sabiamente cuando hayamos discernido lo que es bueno de los es malo, y decidamos actuar haciendo la voluntad de Dios.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario