viernes, 15 de mayo de 2015

Hablemos de Jesús

HABLEMOS DE JESUCRISTO 
LUCAS 9 18 - 20


 Se puede decir mucho de muchas personas a las que se les pueden llamar grandes, ha habido personajes históricos que marcaron nuestra sociedad, e incluso nuestro estilo de vida con sus inventos, filosofías, hechos y pensamientos; Pero definitivamente no habría entre todos ellos alguien que haya hecho mas de lo que Cristo Jesús hizo por nosotros los que ahora nos llamamos los cristianos y lo podemos encontrar todo en la Biblia.


 Nos compete entonces a nosotros no solo como deuda por su sacrificio, sino como un deber como seguidores suyos, conocerle y proclamarle mas y mas cada día, no debería haber otro tema en nuestra vida que no sea el de Jesús, no debería haber objetivos y metas fuera de glorificar y exaltar su nombre, no deberían existir propósitos o fines en nosotros que no sean conocerle cada día mas.

 se podría hablar de cualquier tema detrás de un pulpito, existen muchos muy favorables y necesarios de tratar para la iglesia y para la sociedad, pero ninguno, ni siquiera todos juntos pueden reemplazar el hablar del Señor Jesucristo, lamentablemente mucho se habla de otras cosas, otros hablan de lo que hizo, de sus milagros y obras; pero pocos hablan de él, de quien es y a que vino. no pretenderemos decirlo todo o saberlo todo, pero hablaremos de Jesús este dia, con el propósito de despertar en vuestros corazones el conocerle un poco mas. 



 El evangelio nos narra la ocasión en que Jesús acompañado de sus discípulos y en un momento de oración individual se dirigió a estos y les pregunto acerca de lo que la gente decía de él; obviamente sabían que era Jesús de Nazaret, muchos le conocían y le habían visto, otros habían escuchado de Jesús, pero la pregunta del Señor se dirige a "quien decía la gente que era el" puesto que saber quien es alguien y decir algo de alguien son cosas distintas. 

Una persona puede conocernos mucho y aun así decir algo diferente de nosotros; así de Jesús muchos podían decir algo diferente y aunque lo que se diga siempre lleva cierta relación con lo que se conoce de una persona, se puede dar un pensamiento muy alejado de la realidad. Pero ¿Qué trascendencia tenia esto? ¿Por qué estaba interesado el Señor en Saber lo que la gente decía? simplemente porque esto daba una pauta para saber lo que las personas son en realidad internamente. Se puede tener un gran conocimiento y se puede tener un concepto muy errado a la vez; mucho del hoy llamado cristianismo moderno esta sufriendo precisamente este dilema, puesto que muchos hoy en día han heredado un concepto de Jesús muy ajeno a lo que la escritura nos dice de él; al punto de caricaturizar la figura de Jesús, de manera que han restado valores intrínsecos de Cristo como su Señorío y su autoridad, su Divinidad y Gloria. 

Tales personas aborrecen al Cristo que se predica desde los pulpitos, aborrecen saber del Jesús que condenó a los hipócritas y ahuyentó los mercaderes y comerciantes de la gracia, no soportan ver a un Jesús que reprende a los faltos de fe y enseña a humillarse, odian al Jesús que exhorto al arrepentimiento y al sacrificarse a si mismo para seguirle, desprecian al Jesús que hablo de mutilarse a uno mismo para no sufrir la condenación eterna y a abandonar todo para tomar una cruz sobre sus espaldas para ir en pos de él. Estos falsos creyentes prefieren un Cristo Hippie lleno de amor y bondad para dar, desinteresado del destino de las vidas humanas y movido solo por la felicidad de las personas, deseoso de dar, dar y dar y que no pide nada a cambio, que no solicita un cambio de nadie y que al final su único propósito es que el hombre sea feliz. 

Como verdaderos cristianos que decimos ser debemos no solamente tener un concepto bíblico del Señor, sino una aceptación del mismo, es decir estudiar para conocer a nuestro Señor y asimilarlo completamente, aunque este no nos parezca porque de lo contrario deberíamos meditar grandemente sobre nuestra profesión de fe. la gravedad del asunto es tal que podríamos perder nuestras almas de manejar un concepto errado, créanme cuando les digo que el infierno estará lleno de personas muy sinceras y buenas pero muy erradas en su concepto de Jesús. 

La narración continua con la respuesta de los discípulos quienes mencionan una variedad de personajes con las que el Señor era comparado, todos ellos profetas, personas de gran autoridad y usados por Dios grandemente, respetados y tenidos por personas dignas de ser honradas (aunque muchos de ellos murieron a manos de celosas autoridades y depreciados en vida) sin embargo tal comparación parecería para cualquiera algo muy digno e importante, sin embargo y como vimos antes esto no valía nada sin un verdadero concepto de quien era Jesús realmente. 

Debemos por lo tanto escudriñar las escrituras para forjarnos un pensamiento correcto, sano y completo de Jesús, es nuestro deber cristiano poner las cosas en su lugar y no valernos por las ideas y pensamientos de moda, dejar de minimizar a Jesús a un simple curandero ambulante. y empezar a entender que Jesús es Hijo de Dios, La Roca de Salvación, el Ángel de Jehová, el Cristo elegido de Dios, El mediador entre Dios y los hombres, El Camino, La verdad y la vida. Los discípulos y apóstoles enfatizaron algo muchas veces que nosotros no manejamos con regularidad y es que siempre decían que hiciéramos todo "En Cristo" o "En el Señor" y es que ellos llegaron a comprender y empezaron a hacer girar sus vidas en torno a Jesús, todo lo que hacían, lo que pensaban lo que vivían, cada mañana y cada noche todo lo bueno y todo lo malo, todo lo pusieron a sus pies; para ellos el vivir era Cristo. 

Pero en nuestros tiempos lamentablemente se nos ha enseñado un cristianismo opcional; en donde podemos elegir vivir como a Dios le agrada o hacerlo mas tarde, donde podemos servir al Señor cuando nos quede el tiempo de sobra, y confiarnos en que la gracia de Dios lo cubre todo, hasta nuestra indiferencia, donde vivir como cristiano carnal es normal y aceptado. Esta clase de pensamiento moderno ha dado lugar a una multitud de personas que viven engañadas dentro de los círculos cristianos esperando cuales vírgenes sin aceite en sus lámparas, las cuales al venir el esposo se quedaran afuera porque simple y sencillamente no conocieron al verdadero Jesús. 


Por ultimo Jesús interroga a sus discípulos con la misma pregunta, es decir, saber no que sabían de él o si le conocían; sino que decían ellos que era él. La respuesta de Pedro obviamente era la acertada, ellos decían que Jesús es "El Cristo de Dios" Interesante notar como las palabras van acompañadas de los hechos, porque la gente que lo creía profeta no estaban allí con el, pero sus discípulos que lo creían El Cristo estaban con el, en su momento intimo de oración.

 Entonces podemos ver que ellos estaban allí porque creían que era alguien mas que un profeta, y por lo tanto le seguían y convivían, sus actos respaldaban su fe, sus actos eran muestra de su profesión; eso los diferenciaba de la gente; eso diferencia a un cristiano verdadero de una persona a la que simplemente le gusta el evangelio, existen muchas personas que acertadamente nos darían la misma respuesta, pero igualmente responderían por inercia, por cultura, por tradición y enseñanza, pero sus vidas y actos reflejan que lo que dicen no lo creen. 

Si Jesús es para nosotros el Cristo elegido de Dios y si le creemos, deberíamos entonces, al igual que estos hombres, estar viviendo cada momento reflejando nuestras convicciones, al igual que no cometeríamos una fechoría delante de un hombre uniformado de policía porque sabemos que el es la autoridad y hay que respetarla, deberíamos también vivir como la biblia nos lo demanda porque sabemos que El Cristo nos lo pide. 

La pregunta para nosotros es pues ¿Quién decimos que es Jesús? si nuestra es "El cristo de Dios" ¿Estamos con el? ¿Estamos en él? ¿vivimos a diario detrás de sus pisadas? ¿Le consultamos por nuestras decisiones? ¿El decide por nosotros?

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