miércoles, 14 de junio de 2017

La verdadera lectura de la Palabra de Dios

Josué 8: 34 - 35

Como cristianos todos debemos leer y conocer la biblia, pero ¿Qué tanto la conocemos? Y ¿Qué tanto interés le prestamos a su lectura? ¿podemos obviar su lectura aduciendo a la práctica? Cada creyente debe contestarse personalmente estas preguntas, pero hay algo que todos debemos entender, y  es que la lectura bíblica ya sea congregacional, familiar o personal, esta debe ser prioridad en nuestras vidas.
La biblia nos describe el momento en que Josué, líder designado por Dios, después de la victoria sobre el pueblo de Hai, escribe una copia de La Ley y le da lectura delante de toda la congregación; lo interesante en esta relato es la manera en que se enfatiza la lectura bíblica, haciendo mención de ello en tres ocasiones dentro de un mismo párrafo, lo que nos demuestra la gran importancia que tenía el que se leyese y que todos lo escuchasen, por ello vamos a retomar cada mención y aprenderemos a valorar la Biblia como eje para nuestras familias



Leer objetivamente

Josué, nos dice el texto que leyó todas las palabras de la ley, tanto las bendiciones como las maldiciones que en ella se describen (maldiciones: Deuteronomio 27: 11 – 26 bendiciones Deuteronomio 28: 1 – 14) esto nos demuestra la necesidad de ser objetivos en la lectura bíblica, puesto que Josué no privo al pueblo (niños y adultos) de todo lo que la Ley contenía.
La objetividad es la cualidad de ser imparcial, y en los asuntos bíblicos es el poder dar una lectura que no esté limitada por asuntos propios o comodidad, por el simple hecho de no querer afrontar una situación delicada, ofensiva o problemática para nosotros o para otros. En sencillas palabras debemos hacer lectura de la biblia con total objetividad, sin obviar nunca un tema o asunto solo porque este es justamente aquello que no queremos cambiar o porque consideramos que es un tema delicado.
también cometemos el error de crear una burbuja en nuestras vidas y en la de nuestros hijos (o familia) cuando solo les presentamos partes "lindas, suaves y sutiles" sin darles la exhortación y la reprensión necesaria. Devocionales, Campamentos, campañas, eventos y hasta servicios dominicales pueden verse afectados por el efecto burbuja, en el que somos parciales con la escritura y solo ofrecemos lo que a las personas pueda hacerles sentir cómodas y placidas con el evangelio, condenándolos a una ignorancia  mortal (Romanos 10:14).
Este error es muy peligroso porque justamente la escritura existe para cambiarnos (salmo 119: 9) y hacernos ver el camino a seguir, por lo que cuando escogemos a comodidad una lectura bíblica estamos despedazando el consejo de Dios y huyendo a los asuntos que Dios quiere tratar con nosotros; nuestros hijos necesitan consejo (por eso no cambian), nuestras familias firmeza (por eso se destruyen) y nuestras vidas dirección (por eso fracasamos) y solo podemos encontrarla en la totalidad de la Biblia.

Leer correctamente

Josué les leyó a la congregación conforme a todo lo que estaba escrito; es decir, leyó cada palabra, frase y párrafo que estaba escrito, en el sentido correcto, sin agregar, obviar u omitir nada de lo que La Ley contenía; algo que con el paso de los años cambio entre los israelitas con la llegada de los Interpretes de la Ley, a los que tanto exhorto Jesucristo (Lucas 11: 46) pero que en un principio no era así.
Podemos aprender de esto que nosotros debemos leer correctamente la Biblia porque es para provecho nuestro, sin agregar, obviar u omitir nada; no leer correctamente la voluntad de Dios trae graves consecuencias, pero sobre todo engaño, porque podemos llegar a pensar que estamos haciendo lo justo cuando lo que hacemos es ofensivo para Dios (1 Samuel 15: 22 – 23)
He aquí la importancia de acercarnos a una congregación bíblica, de escuchar atentamente a los predicadores, de escudriñar las escrituras y de cimentarnos en las doctrinas; porque muchos viven en el error por tener poco interés al consejo de Dios, es más, hoy en día se maneja la idea de que no importa tanto lo que sabemos y que es suficiente amar a Dios y a los demás sin saber lo que eso significa y obviando lo que Jesús (Juan 5: 39) y los apóstoles ( Efesios 2: 20) dijeron acerca del tema.

Leer completamente

Por último se enfatiza el hecho que Josué no dejo palabra alguna de la ley que no hiciese leer a todos, ya fueran pequeños o grandes; significa que Josué se encargó personalmente de que todos escuchasen hasta la más mínima palabra no importando su edad, conocimiento o incluso voluntad para hacerlo; gran ejemplo de un líder que sabía que la lectura completa era necesaria para su comprensión y desarrollo.
Es pues necesario que nosotros hagamos lo mismo en nuestras familias y nos tomemos la tarea de que todos escuchen y lean cada palabra de la Biblia pues su lectura edifica y transforma (hebreos 4: 12 – 13) es así que debemos velar porque en cada momento en que la biblia este abierta, todos puedan escucharla sin interrupciones y hasta que se acabe su lectura nuestra atención debe estar centrada solamente en ella.
No permitamos que nadie nos robe la bendición de escuchar cada palabra de la escritura porque allí esta voluntad de Dios; si alguien nos irrumpe durante un servicio dominical, si algo obstaculiza que tengamos nuestro tiempo con Dios en nuestro hogar, si las circunstancias entorpecen nuestra comprensión de la lectura bíblica, hagamos algo para cambiar esa circunstancia, solo la palabra de Dios merece todo nuestro interés.

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